Carchá: Red de Comunidades en Resistencia se moviliza en defensa del agua

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Créditos: Elías Oxom.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Elías Oxom

El municipio de San Pedro Carchá es uno de los lugares con una riqueza natural apetecida por las empresas nacionales y transnacionales para la explotación de recursos naturales. En este territorio, algunos ríos están siendo utilizados para la generación de energía eléctrica, son pocos los afluentes que quedan para el uso de las comunidades.

En la época de verano se agrava la problemática del agua en el municipio, porque empieza a escasear, indica un vecino de la localidad.

En este municipio de Alta Verapaz, actualmente funcionan cuatro hidroeléctricas: Renace I, Renace II, Renace III y Renace IV, los proyectos están construidos sobre el río Calich y el río Cahabón. En 2016, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) autorizó una licencia para la construcción de una quinta hidroeléctrica sobre el río Tz’untz’, la misma no se llevó a cabo por la lucha de las comunidades por el agua y la licencia se venció en 2017.

Actualmente existe el interés de la empresa Renace para la construcción de una hidroeléctrica sobre el río Tz’unutz’, pero según la versión de la autoridad comunal, la empresa está utilizando otra estrategia. Según relataron, algunos dueños de fincas han comprado las tierras que se ubican en las riveras del río y en los últimos meses han empezado a circular el área, restringiendo a las comunidades el libre acceso y el derecho al agua, mencionó una lideresa del municipio, de quien por seguridad no agregamos el nombre.

Por otro lado, las muchas comunidades han sido afectadas, porque las hidroeléctricas se aprovechan la totalidad del agua y en la época de verano se vuelve un problema porque se quedan sin el acceso. Obligando a muchas familias a comprar agua por pipas que cuestan entre Q500 y Q800. Cada pipa cuenta con cinco tinacos de agua y esa cantidad dura muy poco para el empleo que le dan las personas diariamente.

Además, la presencia de empresas transnaciones en el área ha provocado conflictos sociales, en algunos casos ha creado división en las comunidades, según narró un líder comunitario quien por cuestiones de seguridad no reveló su nombre.

Algunos de los líderes comunitarios del municipio que han defendido los recursos naturales han sufrido persecución y criminalización de parte de empresas. Por ejemplo, el caso de Rogelio Cac, maya q’eqchi’, quien forma parte de la Comisión de Medio Ambiente de la comunidad Pansamalá, San Pedro Carchá, y que fue detenido el 30 de julio de 2018 por agentes de la DEIC en Cobán por el delito de detención ilegal, que después fue absuelto de estos cargos porque un juez no encontró pruebas de lo que se acusó.

Por esta razón la Comunidades Organizadas en Defensa del Agua organizaron para este 22 de marzo, Día Mundial del Agua, una caminata en el municipio de San Pedro Carchá. Uno de los objetivos de la marcha, según los organizadores, fue defender el río Tz’untz’, la exigencia para la liberación del río Cahabón y la solicitud para la liberación de Bernardo Caal. Al mismo tiempo buscaron generar un proceso de concientización de las personas para proteger y cuidar el agua y que más personas se sumen a la defensa del agua. Al final de la actividad se entregó un memorial a la municipalidad para que no autorice más licencias de hidroeléctricas en el municipio, y se invitó a la corporación municipal para que genere procesos de diálogo y que se escuche las peticiones de las comunidades.

“Las empresas transnacionales que están impulsando los megaproyectos en nuestro territorio no cumplen ni respetan los derechos humanos de las comunidades, porque en ningún momento se ha hecho alguna consulta para determinar si estamos de acuerdo o no para la implementación de megaproyectos en nuestros territorios, han llegado con engaños y jamás han respetado el derecho de los pueblos”, indica una lideresa maya q’eqchi’ del municipio.

El municipio de San Pedro Carchá fue uno de los municipios más afectadas por las tormentas Eta y Iota, hubo aldeas que estuvieron inundadas por más de tres meses y son aldeas en donde anteriormente no había ríos como en el caso de Campur, Setaña, Se’ Q’an Us, Chimoté, chib’ut, Sesajal. Las regiones del municipio fueron muy golpeadas por las pérdidas de sus cultivos y las viviendas que fueron destruidas completamente.

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