Por Nelton Rivera
Con la llegada de la tormenta tropical Eta, el 4 de noviembre de 2020, en la microrregión de Yichk’isis en San Mateo Ixtatán, el río Negro aumentó su caudal como pocas veces ha ocurrido. Tanta fue el agua que se acumuló por las lluvias, que según narraron los vecinos, fue desviada por los trabajos de la hidroeléctrica de la empresa Energía y Renovación y fue conducida por un canal de concreto que atraviesa una montaña, provocando que un túnel de las instalaciones quedara completamente inundando.
La construcción de un canal subterráneo con un trayecto de 35 metros desde el caudal del río, cortó el cerro Anlaq, el objetivo de la empresa era dirigir el río directamente a un embalse. Doce días después, cuando la tormenta Iota golpeó el país y las lluvias continuaron, el cauce del río Pojom se desbordó. La inundación tardó unos ocho días y el agua desembocó de nuevo en el embalse que no tuvo capacidad de contener tanta agua, inundando uno de los potreros de ganado y cerrando el paso hacia las colonias mexicanas en la frontera, a escasos 3 kilómetros de Yichk’isis, que en el idioma q’anjob’al significa poblado entre cipreses.
Medir el nivel de riesgo de la infraestructura abandonada, más el desvío de uno de los ríos, especialmente la perforación del túnel en el cerro fue el objetivo de las autoridades comunitarias de la microrregión para convocar a una reunión al comandante del destacamento militar y al jefe de la Policía Nacional Civil (PNC) que se encuentran en ese lugar.
La empresa Energía y Renovación abandonó desde 2019 el trabajo de las centrales hidroeléctricas, por dos razones: la oposición de la gente y la pandemia. Tan solo unos metros antes del desvío del cauce, el río Pojom aún mantiene su color azul verdoso, su recorrido que atraviesa buena parte del norte de este municipio de Huehuetenango y Chiapas en México.
La comisión para evaluar los riesgos de la hidroeléctrica
El 14 de enero las autoridades comunitarias junto a Lucas Jorge, quien es presidente de la microrregión, se reunieron con el ejército y la PNC. El encuentro se dio en el área de trabajo de la empresa, a unos 10 minutos en picop de la finca Ixquisis.
El oficial Jerez Gómez representante del ejército y el oficial Otto Sales de la PNC participaron de esta comisión, realizaron una caminata y documentaron con las autoridades comunales. Hicieron anotaciones, filmaron videos y tomaron fotografías del estado actual de las instalaciones abandonadas por la empresa.
La comisión recorrió a pie hasta el río Negro, el lugar a donde la población dice se fue vaciando toda el agua que se acumuló. Los oficiales explicaron que el Gobernador Pedro Regino Gómez Martínez y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), tenían información de lo ocurrido a través de ellos, pero que no atendieron el problema.
Durante más de una hora y 45, la delegación recorrió el área afectada, documentaron las inmensas planchas de concreto abandonadas, el canal que desvía el río, el túnel que corta el cerro, un embalse en malas condiciones con agua estancada y lodo.
Al final de la caminata, tanto el oficial del ejército como el de la PNC, se comprometieron a que durante el próximo verano, colocarán costales de tierra o arena para bloquear el paso del agua en la entrada del túnel y así evitar que el río continúe filtrándose en el cerro.
De ocurrir un deslave de tierra por la perforación del cerro, las comunidades de Bella Linda, Platanar, San José las Flores, Palmira, la Pimienta y la Primavera, se verían afectadas.
En esas seis comunidades habitan unas 4 mil 578 personas, según datos de los alcaldes auxiliares de la microrregión. De lado mexicano una parte de las colonias de Benito Juárez y San Pedro del municipio de La Trinitaria también corren el mismo riesgo. Esta preocupación quedó por escrito y se levantó un acta comunitaria en la que firmaron todas las autoridades.
Denuncia internacional
En febrero de 2019, el Mecanismo Independiente de Consulta e Investigación (MICI) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aceptó una denuncia internacional de las comunidades de la microrregión, en contra de su inversión con la empresa Energía y Renovación, que podría ser sancionada con el retiro de la inversión del BID, el resultado de la investigación por la queja aún está pendiente de ser resuelta.
Esta microrregión forma parte del municipio de San Mateo Ixtatán, en donde conviven comunidades mestizas, los pueblos maya q’anjob’al y chuj. Para llegar a este territorio hay que recorrer unos 440 kilómetros desde la ciudad capital en caminos de ascenso a través de la sierra de los Cuchumatanes.
