#EntreTormentas Tres meses después de Eta e Iota, la comunidad el Pacayalito sigue recuperándose de sus efectos

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Créditos: Amilicar Morales.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Amílcar Morales y Diego Petzey

Tres meses después del paso de las tormentas Eta y Iota, la comunidad Pacayalito en la Unión, Zacapa, sigue recuperándose de los desastres que ocasionaron las fuertes lluvias, el desborde de ríos y derrumbes.

 “De manera directa 80 familias fueron damnificadas por las tormentas y 30 viviendas quedaron destruidas por completo. Durante las tormentas quedamos incomunicados por varios días debido a los daños de la red vial. Como autoridades comunitarias teníamos presente que solamente podíamos cubrir la emergencia en evacuar a las familias no podíamos cubrir otras necesidades, los evacuados se auto albergaron en casas particulares” relata Baudilio Esquivel, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE).

En la comunidad se registraron varios derrumbes, durante la tormenta Iota dos niños de 16 y 12 años desaparecieron, las autoridades comunitarias no saben si quedaron soterrados o el rio los arrastró.

Esquivel menciona que en el lugar del derrumbe el daño inició desde la tormenta Ágata, “en ese entonces hubo muchas grietas en la tierra y hasta 2020 el cerro explotó. Nunca habíamos visto este tipo de deslaves”.

Por su parte, Wenceslao Ramos, presidente de COCODE de segundo nivel, expresó: “la CONRED o la municipalidad ni siquiera nos han preguntado cómo evacuamos a las personas.  Lo que tenemos que informar es que hay casas que están en riesgo, hay bastantes barrancos cerca de las casas y las familias continúan viviendo ahí porque no tienen donde ir”.

Tanto Esquivel como Ramos manifiestan que las autoridades del nivel central o departamental no brindaron apoyo durante las emergencias provocadas por las tormentas Eta e Iota. Esquivel menciona que ofrecieron una evaluación de riesgo por parte de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), pero hasta ahora no se ha realizado.

Durante la entrevista, Esquivel concluye diciendo, “nosotros hemos solicitado apoyo para las familias que están en alto riesgo, de repente el alcalde haga gestiones para comprar una finca y que las familias puedan ser trasladadas a un lugar sin riesgo; la organización Visión Mundial ha proporcionado techos mínimos a unas 25 familias”.

Las autoridades comunitarias relatan que la municipalidad de la Unión habilitó los caminos que fueron destruidos por las tormentas, también distribuyeron en la población las raciones de alimentos que el gobierno de El Salvador donó a Guatemala, pero uno de los efectos que consideran grave fue la perdida de las cosechas de café.

En un video publicado en la página de Facebook de la municipalidad de la Unión se informó que el 60 % de las comunidades quedaron incomunicadas y que fue necesario arrendar seis tractores para habilitar los pasos. Por los derrumbes estiman que se perdieron el 15 % de las plantaciones de café esto equivale a una pérdida de 8 cuerdas por cada familia y con una pérdida económica equivalente a 45 millones de quetzales.

La municipalidad de la Unión, según el Plan de desarrollo Municipal y Ordenamiento Territorial del año 2018-2019, el municipio es considerado como el Oasis de Oriente por las plantaciones de café. Además, tiene una extensión territorial de 214 kilómetros cuadrados de los cuales el 39.83 % es destinado a la plantación de café; mientras que la aldea el Pacayalito tiene una extensión de 0.69 kilómetros cuadrados de las cuales el 0.51 están cubiertos por el cultivo del café.

Según el presidente del COCODE, la comunidad está conformada por los caseríos La Escuela y Oratorio donde habitan 2,700 personas aproximadamente.

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