Por Elías Oxom
El ciclo escolar 2021 comenzó este lunes 22 de febrero a nivel nacional, pero las condiciones son precarias para las comunidades donde impactaron las tormentas Eta y Iota, como la aldea Chib’ut, en San Pedro Carchá, Alta Verapaz, que estuvo inundada por más de tres meses.
Marcos Choc Yat, presidente del Consejo Comunitaria de Desarrollo (COCODE), de esa aldea comenta que la escuela sufrió daños severos en el techo y el portón quedó dañado porque pasó tres meses bajo el agua de las inundaciones provocadas por las tormentas.
También se dañaron los escritorios, las tablas, mesas y libros que eran para uso de las 81 niñas y niños que asistía a ese centro escolar, y que son atendidos únicamente por dos docentes.
Choc Yat asegura que las autoridades gubernamentales no tomaron en cuenta la necesidad de reconstruir la escuela de forma urgente y dotarla de escritorios, mesas y una biblioteca, insumos que son importantes para asegurar y garantizar una educación adecuada para los estudiantes en este ciclo escolar, indicó el entrevistado.
Se tiene programado que las clases se impartan los martes y jueves y ante la falta de atención de las autoridades estatales, el comité de la escuela, conformado por los padres de familia y los maestros, se encargó de limpiar la escuela de los sedimentos y escombros dejados por la inundación.
En esa aldea otro de los problemas que persiste es la falta de agua potable y la población está consumiendo agua del río Chib’ut, pero se encuentra sucio y tiene un mal olor, según han reportado.
“Nos preocupa mucho por las condiciones que tienen nuestros hijos para estudiar durante este ciclo”, concluyó Choc Yat.
