Por Guadalupe Figueroa
Las familias que habitan el caserío Santa Elena, Río Salinas en Sayaxché, Petén siguen viviendo los efectos de las tormentas recientes, relata Guadalupe Isabel Pop Tux, una de las afectadas de la comunidad.
Aproximadamente 135 familias viven en el caserío, fundado hace 40 años, fueron afectadas en su totalidad por las inundaciones que provocó el desborde del río Salinas, el nivel del agua alcanzó los tres metros.
En esos momentos de emergencia, las autoridades comunitarias fueron las que salvaguardaron la vida de la población y se movilizaron para brindar albergue a las personas damnificadas.
Las familias afectadas estuvieron albergadas durante dos meses en la cocina de la Iglesia católica de la localidad, en uno de los salines de la Asociación de Servicios Comunitarios de Salud (ASECSA) y en la escuela oficial rural del caserío.
Durante este tiempo la solidaridad de pueblos vecinos, organizaciones y de varias personas migrantes fue fundamental para que todas las familias lograran sobrevivir. La municipalidad les apoyo con algunas raciones de comida y víveres.
La mayoría de las familias trabajan en agricultura. Perdieron los cultivos de frijol, maíz y pepitoria.
El agua empezó a descender en las primeras semanas del mes de enero de 2021, pero la tierra quedó dañada y por esa razón no se puede sembrar todavía. A pesar de esto muchas familias buscaron la manera de conseguir semillas; ahora solo están en espera de que la tierra se seque, “ahora es puro lodo”, afirma Isabel Pop.
Esta situación pone en riesgo la salud alimentaria de las familias por lo que durante los próximos meses tendrán que buscar la manera de alimentarse.
Al mismo tiempo, algunas personas empezaron a sentir fiebre, pero el centro de salud estaba inundado, por lo que tuvieron que trasladar los medicamentos y los pacientes al área de salud de Sayaxché.
