#EntreTormentas Chiquimula: tres comunidades afectadas por Eta e Iota siguen sin ser atendidas por la Conred

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Créditos: Amílcar Morales.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Amílcar Morales

Los riesgos y desastres provocados por las tormentas Eta y Iota en la comunidad la Lima, en Camotán, Chiquimula, afectaron a 370 familias, 35 casas se derrumbaron por completo y 48 viviendas están en riesgo.

Durante las tormentas las autoridades comunitarias habilitaron dos albergues: uno en la escuela nacional y otro en  la Iglesia católica. En el primero se atendió a 44 personas y en el segundo a 78, en los dos lugares no contaban con un espacio para cocinar alimentos.

“No se presentó ninguna comisión de la SOSEP, simplemente actuamos bajo la necesidad ¿dónde se iban las familias que se les había derrumbado sus casas durante la noche el día de las tormentas?”,relató Delmi Araceli Guerra Pérez, presidenta del Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE) de la comunidad.

Guerra Pérez también participa en el Consejo Municipal de Desarrollo (COMUDE) de la región tres conformada por las comunidades: el volcán, la Lima y Lelá Obraje por lo que resalta que como autoridad busca apoyar a la población de estos lugares.

En la región se habilitaron tres albergues. Dos de ellos en la comunidad la Lima y el tercero en el caserío el Chatoncito. Una familia de nueve personas sigue albergada en este caserío porque su casa se derrumbó y no tiene donde volver a construir. En el Volcancito no se habilitó ningún albergue a pesar de que fueron afectadas por las tormentas.

Durante la tormenta Eta se destruyeron seis viviendas y durante la tormenta Iota 42, 48 casas destruidas en total. La mayoría de las familias de las tres comunidades regresaron a sus terrenos a pesar del riesgo en las que se encuentran, muchas improvisaron viviendas con nailon.

La población de las comunidades perdió sus cultivos. Según las estimaciones de las autoridades comunales los efectos de las tormentas provocaron que se perdieran 22 manzanas de maíz, 25 de frijol y 16 de café; también se registró que la carretera de 12.59 kilómetros, que comunica con la cabecera de Camotán, quedó dañada. La escuela oficial rural mixta del caserío los Nacimientos se inundó y la escuela del Chatoncito fue afectada por un derrumbe, estas dos escuelas continúan en riesgo.

Según las declaraciones de personas de la comunidad en el lado norte de la comunidad existía una laguna pero desde hace varios años se estaba seca, con las tormentas Eta e Iota fue de ese lugar donde empezó a salir agua ocasionando inundaciones y derrumbes de varias viviendas.

En la comunidad no hay ríos pero el caserío los Nacimientos, nombrado así porque el agua revienta en todos lados, vecinos que han vivido 70 o 80 años en la comunidad comentan que de todos los desastres que han pasado no habían afectado tanto hasta que llegaron las tormentas Eta e Iota. 

Durante la emergencia informaron a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) sobre la situación de la comunidad y les ofrecieron una comisión para que realizara una evaluación, días después Delmi Guerra refiere que realizó una llamada a la Coordinadora Departamental para la Reducción de Desastre (CODRED) donde le contestaron: “si es de COCODE le voy a pedir de favor que no me hable mal y que no me grite”; Guerra dice que simplemente les pidió apoyo para las personas que no querían evacuar.

Dos meses después de las tormentas las autoridades comunitarias comentan que la CONRED no ha llegado a realizar una evaluación de riesgo en la comunidad, según ellos la escusa fue que no había paso en el puente de Jupilingo.

En esos momentos la organización comunitaria fue la que apoyó para resguardar a nuestras comunidades.

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