Créditos: Elías Oxom
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Por Elías Oxom

La aldea Sesajal del municipio de San Pedro Carchá, Alta Verapaz, fue afectada por las tormentas Eta e Iota, las lluvias que duraron más de una semana provocaron el desbordamiento de los ríos Sesajal y Chibut e inundaciones en la aldea, desde el 1 de noviembre.

En la aldea vivían 276 familias, 167 de ellas están sin casa porque sus viviendas siguen bajo el agua. La comunidad ahora es como una isla y son pocas las casas que no se inundaron. Las autoridades comunitarias habilitaron cinco albergues ubicados temporalmente en el puesto de salud, la alcaldía auxiliar, la Iglesia Carismática, la Iglesia bautista y en el lugar conocido como la Balastrera.

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Algunas familias se trasladaron a los albergues habilitados en la aldea Cambayal, la más cercana de Sesajal. Del total de las personas albergadas 28 de ellas son mujeres que están estado de gestación. Para ellas la situación se agudiza porque la falta de alimento podría afectar su embarazo.

La aldea se encuentra completamente incomunicada porque la carretera quedó inundada y también una escuela primaria, de diez aulas y el Instituto básico, de 5 aulas.

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De las 16 caballerías de tierra que tenían para cultivos, 14 han quedado bajo el agua. Esto representa dificultades que la población tendrá que enfrentar en los próximos meses.  Otro de los efectos que dejaron las tormentas a su paso es que la mayoría de las familias perdieron sus cultivos, y esto tendrá repercusión en la alimentación dicen algunas personas.

Aunque las familias quieran sembrar, aunque no sea el tiempo adecuado, las tierras están inundadas provocando que no se pueda producir los alimentos que sostienen a las familias. Las inundaciones provocaron la perdida de los cultivos de café, cacao y maíz. También perdieron ganado, patos, gallinas, chompipes y perros.

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Santiago Quib Cuc, autoridad comunitaria de la aldea, cuenta que no han recibido la visita de las autoridades del gobierno central, los únicos que llegaron fueron representantes de la Coordinador Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) a sacar un listado de daños.

En contraste con la ausencia del Estado, lo que llegó fueron las muestras de solidaridad de las comunidades cercanas y un poco de apoyo de la municipalidad.

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Esta navidad va a ser muy triste para los niños, las mujeres y los de la tercera edad, porque ahora están albergados y apenas tienen para alimentarse. Las personas ya no tienen donde trabajar, Santiago Quib Cuc describe que los años anteriores se juntaban en familia para convivir y compartir tamales, mientras relata sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas y llora. Ahora sus viviendas están inundadas y al fondo se escucha el llanto de las mujeres y niños que lo acompañaron en la entrevista.

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