Por Elmer Ponce
La profesora Paty Garrido, vecina del Barrio El Porvenir del municipio de Sayaxché, Petén, prepara los tamales para la cena de nochebuena. En una mesa improvisada colocada en el patio de su casa, se reúne con 3 mujeres más, desde tempranas horas del día 24 de diciembre, con delantal puesto inician a preparar los mejunjes para los tradicionales tamales navideños.
Nos cuenta que debido a los compromisos laborales de la familia, es difícil poder reunirse en el año, más aún con las restricciones por la pandemia que afecta al mundo entero, y que esté año es muy significativo debido a que por las características de lo que pasa, como que hemos aprendido a valorar más la “unidad familiar”. Por lo que con sus cuñadas planearon el poder compartir aunque sea un momento y le apostaron a la elaboración de los tamales, mismos que se compartirán con todos en la cena como ante sala a la navidad.
A la par de ella siempre están sus dos hijas Mishell (15 años) y Nataly (10 años) a quienes les enseña ya la receta para la preparación de este platillo tradicional. Según Nataly, que aunque no puede envolver los tamales, su tarea consiste en ir marcando los tamales, con pequeñas cintas de hoja de izote, y pita negra y azul, debido a que prepararon de gallina, pato y cerdo, y preciso identificarlos, para cuando se vayan a servir en el plato de los comensales.
El reloj marca las 4 de la tarde y los tamales ya están en el fuego, cociéndose lentamente, como testigos de que la noche asoma la nariz tras la penumbra de otro día que se esconde tras los guatales del barrio. La familia esta a la espera.
