Por Guadalupe Figueroa
La comunidad Cooperativa Monte Sinaí del municipio las Cruces, Petén está conformado por 85 familias, 82 de las cuales fueron afectadas por las tormentas Eta e Iota. Las familias sufrieron daños en sus viviendas y perdieron cultivos a causa de las inundaciones.
Isaul Baudilio Ávila, integrante de la comunidad, narra que durante la emergencia provocada por las tormentas cada familia buscó refugio de manera individual y que las autoridades municipales no evacuaron a las familias ni habilitaron un albergue. En esos momentos, en plena obscuridad, algunas familias se refugiaron en las comunidades cercanas de Betania, Retalteco y otros en fincas privadas; cada familia buscó un refugio por su propio medio con conocidos o familiares.
La comunidad quedó totalmente incomunicada porque la única carretera de acceso quedó sumergida bajo el agua provocada por el crecimiento del cauce de los ríos. En el municipio de las Cruces tres ríos recorren su territorio: el Usumacinta, la Pasión y el Subín. El más importante por su caudal, extensión, potencial pesquero y abastecimiento a las comunidades, es el Usumacinta.
Aproximadamente son 23.5 caballerías de tierra en las que se asentaba la comunidad y un 60 por ciento de ella quedó inundada. Las familias del lugar perdieron los cultivos de maíz, frijol, ajonjolí y pasto para el ganado, estos representaban la principal fuente de ingreso económico para la cooperativa.
Las comunidades vecinas fueron las primeras en llegar para entregar ropa, comida y agua durante la emergencia, posteriormente la municipalidad, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) y la Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR) les apoyaron.
La escuela también sufrió daños, los pupitres y pizarrones quedaron destruidos. Ahora la comunidad está iniciando de nuevo la siembra en las áreas donde ya está secó y donde no hay tanto lodo.
