La organización local es importante; cada persona ayuda con los recursos que tiene a la mano

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Créditos: Guadalupe Figueroa
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Diego Petzey y Guadalupe Figueroa

186 familias de la Cooperativa Integral Agropecuaria Técnica en Petén fueron afectadas por las tormentas Eta y Iota así lo afirma Rodolfo Ramírez Ramírez, presidente y representante legal de la cooperativa.

El crecimiento del afluente del río Usumacinta provocado por las lluvias obligó a las familias abandonar sus hogares. Las personas afectadas habilitaron cuatro albergues en la  escuela primaria y de párvulos, en el salón comunitario y en la oficina de turismo; algunas familias ofrecieron un espacio en casas particulares en otras comunidades.

Crédito: Guadalupe Figueroa.

Aproximadamente 18 familias se quedaron en los albergues centrales pero otras se fueron a casa de sus familiares. Un aproximado de 84 familias abandonó sus casas por las inundaciones y hasta ahora desconocen cuándo regresaran a sus viviendas.

Crédito: Guadalupe Figueroa.

Durante la emergencia la comunidad quedó incomunicada, la única carretera que conecta Santa Elena hacia a la Cooperativa se inundó aumentando el riesgo de no tener una ruta segura para evacuar.

Por las inundaciones en la comunidad se perdieron grandes extensiones de siembras de maíz, frijol, pepitoria, ajonjolí y plátano, sin contar otros cultivos de menor cantidad como yuca y hierbas. Se perdió un aproximado de 4 hectáreas y media de arroz ya en producción solo se pudo recuperar un poco esto lo utilizaran como semillas, solamente en siembra de maíz se perdieron aproximadamente 258 hectáreas.

Crédito: Guadalupe Figueroa.

Marcela Ico Mocu, una de las afectadas, se encuentra desde el 23 de noviembre en uno de los albergues. Dice que entre los mismos vecinos se ayudaron con la alimentación y después de haber bajado el caudal del río personas de comunidades vecinas llegaron para a otras personas albergadas. Al mismo tiempo dijo que después de la inundación se ha incrementado enfermedades como la gripe, tos y paludismo.

Crédito: Guadalupe Figueroa.

El presidente de la cooperativa narra que la organización comunitaria que mantienen les ayudo a evacuar a las familias a tiempo, por la respuesta oportuna solamente tuvieron pérdidas materiales. También agregó que es la primera vez que el rio Usumacinta creció tanto que inundó a toda la comunidad.

La cooperación y organización local fue de vital importancia porque cada persona ayudó con los recursos que tenían a la mano. Por ejemplo, la cooperativa tiene una lancha que utilizó para evacuar a las familias. Pero la emergencia sigue y la crisis seguirá creciendo porque las familias se quedaron sin reservas de alimentos y aún no pueden sembrar porque existe una gran cantidad de lodo en los terrenos destinados para cultivos y muchas personas se quedaron sin trabajo.

Fotos: Guadalupe Figueroa

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