Familia de Keneth López: él intentaba ayudar a la gente cuando perdió el ojo

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Créditos: Cortesía.
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

El padre del estudiante universitario de Ciencias Económicas en la USAC señala que necesitarán apoyo psicológico para superar el trauma que afecta a su familia.

Por Regina Pérez

El padre de Keneth López, el estudiante universitario que perdió uno de sus ojos luego de que una bomba de gas lacrimógena le impactara en la cara, señala que su hijo intentaba auxiliar a las personas que resultaron afectadas por el gas lacrimógeno en el parque central, el pasado 21 de noviembre. Su padre afirma que necesitarán de ayuda psicológica para superar lo que pasó.

Muy afectado, Evaristo López, padre de Keneth, narró que ese día acudieron al parque a manifestar en familia, ya que también fue su esposa y su otro hijo, Estuardo.

“Él dijo que quería ir a la manifestación (Keneth) y fuimos en familia. Nos quedamos en el parque central. Estábamos bien, escuchamos los discursos. No había ninguna novedad, el problema empezó cuando los policías tiraron las bombas en el parque, ahí empezó todo” relató.

De acuerdo con don Evaristo, la bomba de gas lacrimógeno cayó entre la gente y entonces su familia se dispersó. Antes de eso, Keneth se había separado un rato para ir a buscar a sus amigos pero los llamó y regresó con sus padres.

“Yo corrí, nos separamos y como a dos cuadras me encontré con los antimotines, fui grabando y maltraté a los policías, les pregunté cuál era la fregadera si la gente se estaba manifestando pacíficamente, cual era la chingadera que estaban tirando las bombas en el parque, eso fue totalmente una represión”, dijo López.

Según su testimonio, el policía justificó que les estaban tirando piedras, a lo que él cuestionó “como iba a llegar piedras del parque hasta el Congreso”. Afirma que tirar esa bomba en el parque “fue lo que a nosotros nos hizo desgracia” porque fue cuando se separaron. “Yo personalmente vi como esa bomba iba en el aire y cae entre toda la gente”.

Relata que Keneth, al ver a la gente afectada por el gas, con los ojos llorosos, trató de prestarles ayuda, porque él llevaba una botella de vinagre. El considera que fue en ese momento cuando le impactó la bomba de gas lacrimógeno en la cara.

Don Evaristo indica que aunque su hijo ya está en su casa recuperándose, no han  hablado de lo que sucedió. “No hemos platicado nada de eso. Necesitamos apoyo psicológico”, señaló.

DENUNCIA EN EL MP

Al igual que en el caso de Carlos González, el otro joven que perdió el ojo, el Ministerio Público (MP) abrió una investigación de oficio por este hecho.

Estuardo López, hermano de la víctima, quien estudia en la Facultad de Derecho en la Universidad de San Carlos, es quien ha dado seguimiento al caso en la Fiscalía de Delitos contra la Vida.

Ayer la familia prestó su declaración testimonial sobre lo ocurrido.

López comenta que afortunadamente organizaciones y amigos les han referido a abogados que los apoyarán ad honorem. La Asociación de Estudiantes de Derecho, por medio de su presidente, les recomendó un abogado que trabaja en temas de derechos humanos y su familia decidió trabajar con él.

Según el informe de los paramédicos que lo atendieron, su hermano ingresó al Hospital San Juan de Dios, por un posible impacto de una bomba lacrimógena en su contra. Su hermano fue auxiliado en un sector aledaño al parque.

López señala que están con toda la intención de buscar justicia porque creen que lo que pasó ese día fue una total injusticia, no solo contra su  hermano sino contra otras personas que resultaron heridas ese día.

Nos parecen reprochables los hechos cometidos por las autoridades y confiamos en la justicia para que puedan deducir responsabilidades, dijo.

“Estamos conscientes de que las cosas que vienen, tenemos que afrontarlas unidos como familia”, indicó.

Tanto Keneth como Carlos González tuvieron que pasar por múltiples cirugías en el Hospital Roosevelt  por la gravedad de las heridas.

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