Por Lourdes Álvarez
El miércoles 7 de octubre, en un lugar apartado de la carretera que comunica a la aldea Yich K´isis rumbo a San Mateo Ixtatán centro, se encontraron los cuerpos calcinados de tres hombres, quienes segun las redes sociales son originarios de San Luis Petén junto a varios vehículos agricolas que fueron quemados. Esto ocurrió en Huehuetenango cerca de la línea fronteriza con México.
La población en la microrregión de Yich K’isis, que en esta temporada llegan al lugar conocido como Río Negro y cruce de la Franja Transversal del Norte (FNT) para nadar, recolectar cangrejos, jutes y pescado, se alarmaron cuando hicieron el descubrimiento, porque en ese lugar hasta ese día no se había reportado algo que saliera de la cotidianidad, el descubrimiento fue espantoso.
“Mucha gente va ahí a sacar animales del río y cuando encontraron los cuerpos avisaron a la Policía Nacional Civil (PNC) y al ejército. Las autoridades creen que todo sucedió en la noche o en la madrugada por eso nadie se dio cuenta”, afirmó Lucas Jorge, presidente de la microregion de Yich K’isis.
Lucas Jorge se reunió con las principales autoridades de la policía y el ejército destacados en la microrregiòn para conocer mayores detalles sobre lo sucedido, debido a que tienen información sobre rumores que estarían propagando algunas personas que, al parecer, trabajan para la empresa hidroeléctrica, Energìa y Renovación SA. Los rumores son vertidos en contra de pobladores que forman parte de la “Resistencia Pacífica de la microregión de Ixquisis”, un movimiento ciudadano de comunidades organizadas para la defensa de los derechos humanos y los recursos naturales.
“Algunas personas que usan perfiles falsos como René Medina, Andrés Bernabé y otra persona identificada solo como Raquel, dicen que los de la resistencia somos “mata vacas” e intentan incriminarnos”, aseguró el líder comunitario.
Para evitar cualquier incidente, el líder comunitario comentó que consultó directamente con la PNC y el ejército que se encuentran con fuerte presencia en ese lugar, desde 2014 por orden de Otto Pérez Molina se instaló el destacamento militar de unos 60 soldados dentro de las instalaciones de Energía y Renovación, ademas de un grupo de fuerzas especiales policiacas antimotines -de 30 a 50 agentes- y una comisaria policiaca en el centro de Yich K’isis, que funciona en la misma propiedad de la empresa hidroeléctrica. Empresa que cuenta con su propia seguridad privada.
“Platiqué con ellos y me comentaron que había tres carros, uno color blanco, otro negro y uno gris. También unos costales con concentrado para ganado, algunos estaban rotos. Los vehículos proceden de Mataquescuintla, Jalapa, otro de Cuilapa, Santa Rosa y uno más del Polvillo, Izabal. Los tres hombres lograron ser identificados y son de Petén”, indicó el líder comunitario.
Lucas Jorge también indicó que les preocupó que otros medios “como Radio Sonora, se encuentren divulgando información que no les consta porque ellos no vinieron a investigar nada y eso puede afectar a las comunidades”, subrayó.
Aunque Lucas Jorge y varios líderes comunitarios coinciden en que nadie de la comunidad conoció a las personas asesinadas y ese acontecimiento no tiene que ver con las amenazas contra los líderes y tampoco con sus reivindicaciones sociales, indicó que solicitaron a la policía y al ejército que inicien acciones contundentes de seguridad para la población.
“Nos dicen que están aquí para cuidar al pueblo por eso pedimos que entonces pongan sus puestos de registro, para averiguar cuáles carros pasan por aquí”, señaló el entrevistado.
Por otra parte, dejó entrever que han notado que las acciones de violencia en esa región se incrementaron desde que llegó la empresa hidroeléctrica y se abrió el paso por la FTN. “Antes escuchábamos que solo en Petén o en Cobán aparecían encostalados, ahora solo por la FNT pasan carros desconocidos y los dejan tirados”, indicó.
El líder enfatizó “con todo respeto les pedimos a las autoridades que pongan sus retenes, nos pueden echar la culpa a la resistencia por esos problemas, pero no es cierto, es porque no hay control, ni seguridad en la FTN”, detalló.
“Es tiempo de tapiscar milpa y luego volver a sembrar para mayo, también cultivar cardamomo, café. La gente está feliz porque ya no hay conflicto, pero ahora con esto que pasó pareciera que están buscando una estrategia para culpar a la resistencia”, concluyó.
Este crimen irrumpe en la escasa tranquilidad de la población Chuj, Q’anjob’al y mestiza de forma parte de la microrregión, debido a la pandemia de la covid-19 la empresa hidroeléctrica ceso con sus operaciones en el territorio. Las autoridades comunitarias saben que el destacamento tiene un gasto de casí un millon de quetzalez al mes, sin contar con los gastos de tanto agente de la PNC, dinero que no ven invertido en la seguridad de las personas.
A finales de enero de este año, el presidente Alejandro Giammattei y la mayoría de sus ministros firmaron un acuerdo de “paz” con la empresa Energía y Renovación propiedad de la corporación Castillo, afirmaron que ese acuerdo llevaría la paz y el desarrollo al territorio norte de Huehuetenango.
La microrregión de Yich’ Kisis es uno de los territorios que mayor presencia de fuerzas de seguridad del estado tienen por persona, a pesar de eso no hay vigilancia, la gente se siente insegura.
