Un estudio del Laboratorio de Datos muestra como durante la pandemia de la covid-19 existió un aumento de muertes por distintas causas en comparación a los registros de los tres años anteriores. La base de defunciones del Registro Nacional de las Personas (RENAP), indica que las personas de 60 a 80 años registraron 4,392 muertes más de las esperadas entre marzo y mayo.
Un estudio del Laboratorio de Datos realizado por los analistas Oscar Chávez, Karin Slowing y Aída Barrera, publicado en septiembre, indica que del 8 de junio al 16 de agosto, 23 mil 207 muertes por distintas causas. Ese número representa 6 mil muertes más en comparación al promedio registrado en el RENAP en los últimos tres años. Las diez semanas donde se evidencia el aumento de mortalidad coincide con las semanas de mayor cantidad de contagios de covid-19 y medidas de contención como restricción de movilidad y toque de queda vigentes.
Durante las primeras diez semanas de pandemia la cantidad de muertes en hombres menores de 40 años mostró una baja de 286 decesos menos que los registrados en años anteriores. El análisis indica que esto puede explicarse porque durante la vigencia de las restricciones más estrictas por la pandemia, bajó la cantidad de homicidios registrados; pero en contraste las muertes en personas adultas mayores se dispararon.
Del 18 de mayo al 10 de agosto se registró un alto crecimiento de mortalidad del 146 % en personas mayores de 60 años, se registraron 4,392 muertes más en comparación al mismo periodo de tiempo en 2018 y 2019, siendo el grupo mayor afectado por este fenómeno que se presentó justo cuando los registros del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas) reportaban la mayor cantidad de contagios por día.
Debido a las deficiencias de registros, Oscar Chávez, del Laboratorio de Datos, consideró que no se puede enfocar el registro de exceso de mortalidad, solo con los registros oficiales de muertes por covid-19 y espera que el Mspas sea quien realizara estos estudios para tener un mejor control de la evolución epidemiológica.
El equipo de analistas del Laboratorio de Datos indica que tuvieron que recurrir a los registros de actas de defunción del RENAP para analizar si durante la primera ola de la covid-19 existió un efecto en la cantidad de muertes registradas, porque en el Ministerio de Salud, al igual que en los sistemas de salud, no hay capacidad para registrar el 100 % de los contagios y existen deficiencias en los registros. Además, durante la pandemia el Gobierno del presidente Giammattei había puesto como meta realizar 5 mil pruebas al día, sin embargo solo en dos días de más de 150 de pandemia se logró alcanzar ese número.
El estudio se realizó tomando como punto de referencia los registros del 13 de marzo al 31 de agosto, en ese periodo el Mspas registró 2,942 muertes a causa de la covid-19, pero las autoridades de salud solo tomaron en cuenta los casos donde la persona fallecida tuvo acceso a una prueba de diagnóstico y durante los meses de pandemia los criterios para considerar un caso sospechoso han variado constantemente.
La reapertura de todo y la segunda ola
El 30 de septiembre finalizó la vigencia del estado de calamidad pública bajo la que el país estuvo desde el 5 de marzo. La medida le permitió al presidente Giammattei y a su equipo fijar medidas de contención para controlar la pandemia, pero ahora todo ha vuelto a la covidianidad y los bares, gimnasios, centros comerciales y restaurantes están abiertos e incluso el Mspas dio luz verde esta semana para que los municipios, que ellos mismos colocaron en color rojo por la pandemia, puedan realizar ensayos para sus ferias patronales.
En contraste, mientras el Mspas habilita protocolos para permitir la reapertura de actividades recreativas y lucrativas para el sector privado como ferias, el presidente Giammattei anunció que oficialmente hemos “entrado a la segunda ola de contagios” y responsabilizó del repunte de casos a los guatemaltecos “irresponsables” que no han seguido las medidas preventivas del 15 de septiembre a la fecha.
