Créditos: John Moore/ Getty Images 2019.
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El demócrata Bob Menéndez, del comité de relaciones exteriores del Senado, publicó un informe que reveló que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) utilizó agentes migratorios estadounidenses en Guatemala y vehículos sin identificación para transportar a personas migrantes que salieron en una caravana desde Honduras y que logró llegar al país en enero de 2020.

La política antimigratoria de Donald Trump superó los límites fronterizos y las reglas establecidas por las leyes de su propio país reveló el senador demócrata Menéndez en el informe “DHS, Run Amonk?, una operación imprudente en el extranjero, violaciones y mentiras”, publicado el lunes 12 de octubre.

Según Menéndez, los agentes fronterizos del Servicio de Control y Administración de Aduanas (ICE) que fueron enviados a Guatemala en 2019 para capacitar a la Policía Nacional Civil (PNC) en temas fronterizos y migratorios, fueron utilizados el 20 y 21 de enero de este año en una operación sin autorización para retornar a migrantes y con fondos del Departamento de Estado, que debían ser utilizados para la lucha antinarcótica en El Salvador, Guatemala y Honduras.

Los migrantes hondureños de la caravana que salió de ese país centroamericano con la intención de llegar a Estados Unidos en enero de este año, fueron detenidos y subidos a tres buses sin identificación que los llevaron hasta la frontera de Honduras.

“El Departamento de Seguridad Nacional y Aduanas, no está autorizado para ser policía migratoria internacional en América Latina. El Congreso debe intervenir una vez más la agenda desquiciada antimigrante de Trump”, resaltó el senador Menéndez en un comunicado publicado junto al informe.

En su informe, Menéndez destacó que debido a la forma secreta en que se realizó la operación fue hasta el momento de realizar la revisión que se percataron que los agentes realizaron el proceso de deportar hondureños sin protocolos que respetaran sus derechos humanos como personas migrantes y sin tomar en cuenta las condiciones de garantías migratorias para no interferir con aquellos que necesitan protección internacional.

Asimismo la investigación destaca que personas que trabajan en el Departamento de Seguridad Nacional “malversaron fondos del Departamento de Estado de EE.UU. para llevar a cabo una operación no autorizada”.

En el documento se explica que personal demócrata de dicho comité descubrió en enero de 2020 un “incidente perturbador” en el que miembros del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) “malversaron fondos del Departamento de Estado de EE.UU. para llevar a cabo una operación no autorizada”

La presencia de ICE en Guatemala

Sobre el operativo ilegal de deportaciones realizado en enero por agentes estadounidenses, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), a través de la vocera Alejandra Mena, respondió que “solo se tenía conocimiento que la presencia de ICE era para fortalecer las capacidades de PNC”.

Luego de la firma del Acuerdo de Tercer País Seguro, durante el mandato del expresidente Jimmy Morales, no solo entorpeció la posibilidad de los migrantes centroamericanos para obtener asilo en la frontera norteamericana; sino que incrementó la presencia de agentes fronterizos estadounidenses en el país, que para agosto del 2019 era de 41 policías migratorios enviados por la DHS bajo el mando del analista policiaco Dawn MacGuinnes, para llevar adelante el plan piloto: Guatemala Asistencia en Migración Irregular (GAIM).

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Durante esas semanas de 2019, los agentes de ICE capacitaron a integrantes de la División de Puertos, Aeropuertos y Puestos Fronterizos (Dipafront) de la PNC, institución que a través de su vocero Jorge Aguilar aseguró el 31 de agosto de ese mismo año a Prensa Comunitaria que los estadounidenses “no intervendría en ningún operativo” y que estaban en el país “únicamente para capacitación en temas de seguridad”.

Sobre los hallazgos, Eduardo Hernández, viceministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, dijo al medio estadounidense Wall Street Journal, que no tenían conocimiento del operativo que fue revelado por los demócratas “estamos muy preocupados (…) estamos comprometidos con los derechos humanos”, fue la reacción del funcionario.

Las autoridades guatemaltecas aseguraron que desconocen de la operación denunciada que implicaría graves y serias violaciones a derechos humanos de migran huyendo de la violencia y pobreza de sus países. El último contacto del presidente Alejandro Giammattei con las autoridades migratorias de Estados Unidos, previo a esa caravana, fue el 14 de enero, día que tomó posesión, pero según el informe del senador Menéndez “en aquella reunión privada” el nuevo presidente guatemalteco se comprometió con el jefe interino de la DHS, Chad Wolf.

El mismo Wolf el 10 de octubre aplaudió en su cuenta de Twitter las acciones tomadas por el gobierno de Giammattei contra la caravana que fue reprimida en su intento por llegar a la frontera mexicana.

En la antesala de las elecciones presidenciales en EEUU, el senador Menéndez solicitó al Departamento de Estado y del DHS una investigación sobre el operativo.

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