¿Por qué no hay escritoras?

COMPARTE

Créditos: Escrtitoras.com
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Patricia Cortez Bendfelt

Yo no tengo una habitación propia, tengo una casa propia. Pero eso implica un montón de responsabilidades propias.

Desde hace unos días ha estado intenso el debate generado por el afiche de una editorial que propone una “feria del autor nacional” en donde una solitaria escritora se las rifa contra el montón de hombres.

Inmediatamente se desata la turba, porque no nos gusta la imagen, no en pleno siglo XXI cuando deberíamos tener más cuotas de participación.

¿Por qué no hay más mujeres?

Recuerdo que cuando se publicó mi libro de cuentos con editorial cultura yo solía bromear con que fue mucho más rápida la publicación de un estudio académico con un organismo internacional que el bendito libro de cuentos cuya publicación tomó más de 2 años.

Un escritor, amigo mío, me decía “por qué no te animas a publicar” y yo le contesté que porque nadie me lo ofrecía. Pegó tremenda carcajada, y es que el proceso editorial en Guatemala, aparte de Editorial Cultura, en donde uno puede pasar por el limbo antes del paraíso, requiere que uno “invierta” en la edición.

En Guatemala lo que hay son ediciones “de autor” (pagadas por el autor) y un escasísimo espacio en donde alguna editorial comparte costos o subsidia, a cambio de derechos.

Por eso yo no he publicado, porque tener una casa propia implica tener que reparar el techo, cambiar el piso, remodelar el baño, pagar colegios y universidades y lo que queda… no alcanza para la vanidad de tener un par de libros de los que la gente hablará poco o hablará mal.

Con escasa publicación en general, las mujeres llevamos las de perder.

Además: ¿que leen los guatemaltecos? la última de 50 sombras, la enésima edición de LOTR y HP, y algún libro de superación o autoayuda para paliar la desdicha del paisito.

¿Van a sentirse atraídos a leer algo como lo que yo escribo? ¿Plagado de dolor?

La editorial trabaja con lo que tiene, las mujeres solemos invertir el dinero con más recato. Aunque digan que tenemos guardados 100 pares de zapatos y 50 trajes, en realidad, las que poseemos dinero propio y casa propia tenderemos más a invertir en la casa y los hijos. Los “libros/hijos” esperaran el turno, hasta que ya nadie necesite zapatos nuevos.

No es tan factible que vayamos a dejar el dinero a una apuesta con tanto riesgo.  Digo esto porque en esta semana reviso por enésima vez la mitad de novela y Office me dice que la inicié en 2014…ha pasado tiempo.

COMPARTE