Las deportaciones aumentan en departamentos donde los programas sociales son escasos

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Créditos: David Toro
Tiempo de lectura: 3 minutos

por David Toro

Desde que inició la pandemia de la COVID-19 10,341 guatemaltecos han sido detenidos en diferentes puntos de México antes de lograr llegar a Estados Unidos. Las fronteras cerradas ni el riesgo de contagio impiden que miles de personas salgan de Guatemala huyendo de la crisis económica acrecentada por la emergencia sanitaria.

Con los rostros  evidentemente agotados, los ojos rojos y estómagos vacíos, así retornaron hoy 150 guatemaltecos en cuatro buses provenientes de Chiapas. La gran mayoría fue detenida durante la segunda quincena de agosto, en distintos estados mexicanos, cuando buscaban llegar a Estados Unidos. Ahora tendrán que pasar de 8 a 12 días en el albergue Ramiro de León Carpio, ubicado en la zona 13 de la capital, antes de que puedan regresar a sus lugares de origen.

Joaquín, de 39 años, es originario de San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, salió de Guatemala el 10 de agosto de 2020, “yo soy mecánico pero la pandemia hizo que me despidieran, el desempleo y la necesidad de dar de comer a mi esposa y dos hijos me hizo irme, pero nada salió como lo planeamos”.

Él y su familia se endeudaron para conseguir Q35 mil y así pagar un coyote que lo llevara hasta EEUU. A mediados de agosto y luego de 6 días de viaje en buses y carros particulares llegó a Monterrey, México, donde fueron detenidos por las autoridades mexicanas y trasladados a un centro de detención. “Mi experiencia fue mala, comíamos poco, estábamos todos amontonados y un muchacho hondureño falleció en ese lugar y por eso nos trasladaron a San Luis Potosí, donde estuve otros seis días, luego otra semana en Chiapas, ahí  coordinaron  para sacarnos de vuelta a nuestros países, en total, este viaje duró 21 días”, narró Joaquín, mientras hace cola para recibir un plato de comida en el albergue.

Para Joaquín la experiencia fue desgastante, “tendré que quedarme en San Marcos y buscar si ya hay trabajo, no podría intentar irme de nuevo, la experiencia fue muy dolorosa”, explicó.

Poca ejecución de programas sociales y muchas deportaciones

El departamento de donde es originario Joaquín es el segundo con menor ejecución del programa de gobierno de Alimentación Escolar, con apenas un 20% de los fondos disponibles hasta el 31 de julio del 2020. Según el análisis “¿A quién no llega la ayuda?”, que analiza los programas de emergencias del Gobierno del presidente Alejandro Giammattei, con base en indicadores de desnutrición y seguridad alimentaria publicado en agosto por Diálogos.

El mismo informe señala que San Marcos es el segundo departamento con mayor cantidad de casos de desnutrición aguda reportados con el 17.8 % de los casos a nivel nacional y solo por detrás de Escuintla con el 29.7 %.

La desnutrición no es el único fenómeno y tampoco la estadística más alta, en San Marcos las deportaciones han sido altas en medio de la pandemia, hasta la primera semana de agosto, este departamento del occidente del país había recibido 1,786 deportados provenientes de Estados Unidos y 2,255 vía terrestre, desde México, de los cuales 370 eran niños y niñas que viajaban sin ningún familiar, según los reportes del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM).

Las deportaciones parecieran ser más altas en aquellos sitios donde la inversión social y el apoyo del gobierno han sido escasos durante la pandemia. Agosto cerró como el mes con la mayor cantidad de deportados de todo el año, doblando en cifras la cantidad de deportaciones que Estados Unidos hacía en junio a pesar de que los protocolos sanitarios no han logrado evitar que sean enviadas personas infectadas de COVID-19.

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