Levantamiento: una noción k’iche’ de rebelión

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Créditos: Carlos Fredy Ochoa.
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Carlos Fredy Ochoa García

Este 3 de agosto se cumplen doscientos años de la caída del autogobierno k’iche’ de 1820 en Totonicapán, encabezado por Atanasio Tzul y Lucas Aguilar, Felipa Toc y María Hernández Zapón, sus esposas.

Si el significado de la palabra levantamiento dependiera solo del castellano, esta sería una más entre una veintena de otras palabras que parecen sinónimas, entre ellas, alzamiento, conflicto, conspiración, insubordinación, insumisión, insurrección, motín, movimiento, rebelión, revolución, revuelta, sedición, sublevación, subversión.  Si usáramos, por ejemplo, la palabra “motín” para nombrar lo sucedido en Totonicapán en 1820, este vendría a ser un acto “no planificado, localizado, aislado y pre político”, tal como Severo Martínez definió la palabra motín en 1984.

Esto justifica una pregunta que cabe hacerse y es sobre el significado mismo del término levantamiento para los propios k’iche’, tal es la cuestión que se analiza aquí.

Precisamente, el término “levantamiento” (yakataj) se debe considerar porque esta es la palabra de la que dispone la lengua k’iche’ para tipificar toda oposición que tiene lugar contra un poder opresor establecido. Su uso sigue siendo actual cuando lo que se quiere es señalar que las comunidades se levantan contra los abusos del gobierno

En primer lugar, el termino yakataj, (levantamiento) tiene como significado de base yak, que  denota una condición del cuerpo: el hallarse tendido, tumbado, yacente, dormido, es decir en régimen de pasividad. Se trata de una forma clásica de construir significación y subjetividad en las lenguas mayas y que consiste en fijar una imagen como significante de base, en este caso un estado pasivo del cuerpo, de lo cual una persona llega a tomar conciencia.

El concepto de Yakataj tiene un segundo morfema que completa el significado de la palabra levantamiento,  es el uso de la partícula taj. En el idioma maya k’iche’, taj crea la voz pasiva, además taj interviene en otros tipos de estructuras e interactúa con marcadores de discurso, aspecto, modalidad, y se identifica con la negación. Esta último nos interesa particularmente. Es decir, la negación aparece como necesaria para recuperar y entender totalmente el sentido de la palabra levantamiento.  Yakataj vendría entonces a significar “no estoy sometido, oprimido, pasivo”.

El concepto k’iche’ de levantamiento permite entonces pensar, primero, la toma de conciencia sobre una realidad o situación dada. En otras palabras, la conciencia de la responsabilidad individual ante una situación o condición social. Segundo, esta concepción mueve a la acción. Para el caso que nos ocupa, el levantamiento ante el dominio colonial, cuyo poder se niega oponiéndole un proyecto de autogobierno y autonomía.

La fuerza conceptual del termino Yakataj deviene del hecho de vincular la toma de conciencia con el rechazo de la legitimidad de un pasado opresivo. De esta conciencia y de esta decisión de actuar, derivaría la capacidad de crítica ante el presente y el compromiso con un proyecto a futuro.

El concepto k’iche’ de levantamiento anima pues un debate sobre otras dos cuestiones centrales: conciencia de sí y memoria social de la opresión y del abuso, pues tales son las cosas que se ponen en juego en cada levantamiento.

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