Sobreviviente de masacre enfrenta la pandemia sin apoyo gubernamental

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Créditos: Baudilio Choc
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Carlos Ernesto Choc y Baudilio Choc

María Maquín tiene 55 años de edad y su esposo tiene 67, don Rómulo Cux Rax. Viven en la comunidad Chichipate, en el departamento de Izabal. Su vivienda no cuenta con energía eléctrica y el techo se destruyó a causa de las fuertes lluvias. La temporada de invierno apenas empieza y ella no tiene ningún ingreso.

Debido a las restricciones de distanciamiento físico, la falta de transporte público y el horario del toque de queda, ella ya no puede realizar su venta de tortillas, que le dan el sustento diario. Actualmente solo logran comer tamalitos de masa dos veces al día.   

Foto: Baudilio Choc

Por diversos problemas físicos, Cux no puede trabajar desde hace 20 años y su esposa es la encargada de conseguir el sustento para el hogar. Ambos forman parte de las familias que no han recibido algún tipo de apoyo gubernamental para sobrellevar la crisis económica provocada por la pandemia de covid-19.

Por esta razón se está organizando una colecta solidaria para apoyar a que María pueda reparar y reconstruir su vivienda.

María es una las 11.5 millones de personas desempleadas en América Latina a causa de la pandemia de coronavirus, según el informe “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (COVID-19)”, presentado en mayo por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Oficina para el Cono Sur de América Latina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La tasa total de desempleo en Guatemala es de 2.5%, según el INE, que equivale a unas 179 mil personas de la población ocupada de 6.9 millones.

En Guatemala aún no se tienen datos oficiales sobre el comportamiento del desempleo durante la crisis, pero según declaraciones al Diario.es por el diputado Samuel Álvarez, del Movimiento Semilla, al menos 700 mil personas perdieron su trabajo debido a la covid-19 en Guatemala.

Foto: Baudilio Choc

Sobreviviente de una guerra

“Lo que hoy estamos viviendo me recuerda a las condiciones que ya vivimos antes en el tiempo de la guerra’’, comentó Maquín, que formó parte de organizaciones de personas que fueron afectadas durante el Conflicto Armado Interno en Guatemala.

Maquín es nieta de Adelina Maquín Caal, reconocida de manera afectiva como “mamá Maquín”, una lideresa maya Q’eqchi’ que promovió de manera activa el derecho a la tierra y que fue asesinada por el Ejército de Guatemala durante una manifestación por ese tema el 29 de mayo de 1978.

“Yo acompañaba a mi abuela ese día y vi cuando ella se acercó a un oficial para decirle que querían hablar con el alcalde y entregar un documento sobre sus tierras”, indicó.

Añadió que aún recuerda las palabras de uno de los soldados, “nos gritó que las únicas tierras que le correspondían a los campesinos eran las del cementerio y en ese momento comenzaron a dispararnos. Me tiré al suelo para sobrevivir y después corrí hasta encontrar el río Polochic. Ese día también muchos se ahogaron en ese río”.

Maquín, puntualizó que en la actualidad también viven con temor a que una nueva tragedia se presente en su comunidad por el abandono institucional en el que se encuentran.

Ella y su esposo, como cientos de guatemaltecos, seguirán a la espera de ser beneficiados con alguno de los programas gubernamentales para los que se aprobaron dos préstamos por US$450 millones en el Congreso de la República desde el 24 de marzo.

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