Por Rubén Darío Melgar
En torno al linchamiento del médico maya (Aj Ilonel) Domingo Choc, Konnie Álvarado, una vecina poptuneca, quien labora en una institución de gobierno, escribió que ve un debilitamiento del papel de la Iglesia y de los Consejos Comunitarios de Desarrollo (Cocode), pues con su fortalecimiento se podría evitar que se den estos tipos de actos de violencia.
“Ya veo muchos pidiendo justicia, es interesante ver todos los comentarios al respecto. Pero ahora me pregunto ¿qué papel está jugando el Cocode, la Iglesias católica y evangélica?, ¿tomarán siempre el papel de autoridades o también están debilitados a nivel local?”, escribió Álvarado.
Para Álvarado, este caso pudo evitarse, Domingo huyó de su casa donde residía y se fue a dormir con un familiar cercano esa misma noche, toda la comunidad sabía lo que iba a pasar ¿por qué no llamaron solicitando apoyo a las autoridades departamentales para que ingresaran a cuidarlo?, ¿porqué callaron si se supone que existen teléfonos donde quiera? Hay mucha tela que cortar frente a esta crisis.
En las comunidades asisten a los credos religiosos, también utilizan curanderos que les apoyan con medicina natural, pero cuando las enfermedades son terminales se necesita también medicina química.
El Cocode tiene una comisión de prevención de seguridad y de conflictividad ¿por qué no se sigue avanzando en lo que ya se viene trabajando? Cuando hay cambios de autoridades se estanca el seguimiento.
Finalmente, la vecina poptuneca, subrayó que existe una Política Nacional de Prevención de Seguridad, ese el marco normativo, pero se ha ido debilitando el papel de su máxima autoridad comunitaria: el Cocode. De ahora en adelante la lección aprendida consiste en retomar el papel de respaldo a comunidades. No los debilitemos, al contrario, fortalezcamos esta forma de organización.
