La aldea el Cebollito denuncia amenazas de grupos criminales

COMPARTE

Créditos: Cortesía.
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Baudilio Choc

Comunitarios de la aldea El Cebollito, del municipio de Chiquimulilla, Santa Rosa denunciaron que fueron amenazados e intimidados por Otoniel Campos, quien se presentó como dueño del lugar donde habitan y trabajan.

Los comunitarios relataron que el martes 19 de mayo por la mañana, el señor Campos llegó hasta la aldea acompañado de un abogado, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y un grupo de su seguridad privada fuertemente armado para reclamar la propiedad del terreno en el que los comunitarios han permanecido por tres generaciones.

Al irrumpir en El Cebollito, Campos les exigió con tono prepotente, según los testimonios de los presentes, que se retiraran de la finca, en ese momento varias personas pidieron que les mostrará una orden de juez para ingresar a la comunidad y para realizar el desalojo que pretendía Campos con el apoyo de la PNC. No les mostró ninguna orden y optó por retirarse.

Las familias que viven en la comunidad asumieron la administración de estas tierras porque Manuel Morán, presunto dueño, abandonó la propiedad desde hace algunos meses por las constantes amenazas que recibió de las mismas personas que intentaron desalojar a las personas de El Cebollito.

Antes de las amenazas, los campesinos arrendaban parte del terreno a Morán, para sembrar ajonjolí y maíz, pero desde que se fue, ellos decidieron quedarse en el lugar en el que por muchos años vivieron sus madres, padres, abuelas y abuelos.

Las 200 familias que habitan actualmente responsabilizan a estos grupos criminales por cualquier acto ilegal o agresión que pudiera darse en contra de cualquier persona de la comunidad, ya que al retirarse, Campos los amenazó diciendo “que mataría a cualquiera que se opusiera por esas tierras”.

Los campesinos se mantienen en la finca, han dicho que la personas que les arrendaba la tierra les ha comunicado su intención de llegar a un acuerdo sobre el terreno; y mientras eso sucede, esperan no ser desalojados del terreno en el que viven y siembran.

COMPARTE