Pastoral de Movilidad Humana denuncia situación de un grupo de migrantes haitianos

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Créditos: Pastoral de Movilidad Humana
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Redacción

Un grupo aproximado de 109 personas originarias de Haití entró al territorio Guatemalteco el día de hoy (17 de marzo) por la mañana, por la frontera de Agua Caliente, en Esquipulas, Chiquimula.

Algunas de ellas fueron deportadas de forma inmediata por elementos de la Policía Nacional Civil.

Sólo un grupo de 28 personas llegó a la entrada de la Casa del Migrante José. No se les permitió la entrada, obedeciendo a lo mandado por la autoridad nacional, no obstante, por razones humanitarias y con las debidas precauciones, se procedió a ofrecerles agua y algo para comer mientras permanecían afuera de las instalaciones.

Fotografía Pastoral de Movilidad Humana

A las 10 de la mañana inició un reunión en la que estuvieron presentes el sr. Alcalde y representantes de otras instituciones para abordar el tema y buscar alguna respuesta. Enterados de la situación la Presidencia, Vicepresidencia, el Instituto Guatemalteco de Migración y Gobernación Chiquimula y municipalidad de Esquipulas.

La orden fue dada: el regreso inmediato por donde entraron. Deportación express. Elementos de la PNC procedieron a dar cumplimiento a la orden. Los elementos llegaron a la Casa del Migrante sin protección, sin un protocolo claro y comenzaron a trasladar de regreso a la frontera de Agua Caliente a las personas.

Honduras se resistió a recibirlas, ya que lo que procedía, en caso de deportación o expulsión, era mandarlos al último país donde hicieron el proceso de control migratorio, además de la orden de deportación o expulsión por escrito y con el listado de todas las personas por parte de la oficina central de migración.

Las personas migrantes quedan a la deriva, algunas están enfermas, lastimadas, embarazadas; hay niños, niñas y adolescentes. Todos altamente vulnerables.

Organizaciones de cooperación y de ayuda humanitaria presentes o con oficina en Esquipulas y Chiquimula brillaron por su ausencia. Ni agencias del Sistema de Naciones Unidas, ni Cruz Roja, ni Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH). De nuevo agentes de la pastoral respondiendo desde la fe y la doctrina social de la iglesia y al “pie del cañón”.

Ante lo descrito surgen varias preguntas ¿Cómo han transitado por Costa Rica, Nicaragua y Honduras? Si la mayoría de ellos entró, no por puntos ciegos, como se ha dicho, sino por una aduana pero sin hacer control migratorio ¿Por qué no se procedió inmediatamente a aplicar el protocolo de emergencia? ¿o no lo hay? y ponerlos en resguardo y cuarentena y garantizar la atención médica.

Más preguntas: ¿acaso se respetaron los procedimientos administrativos para llevar a cabo la deportación o expulsión? ¿Se ha garantizado la protección a los elementos de seguridad que obedecieron la orden de regresar a las personas a Honduras? ¿Se verificó la salud de las más de 100 personas migrantes de origen haitiano que permanecían en territorio Guatemalteco? ¿Hubo abuso de autoridad?

Se podría argumentar que el regreso o deportación se debió a la no entrada regulada o legal al país por parte de las personas migrantes. O que no entraron por un punto oficial.

Aún así, para esos casos existen procedimientos administrativos, ya sea para la sanción, deportación o expulsión Y si esos procesos administrativos no se respetan, entonces hay incumplimiento al debido proceso.

Además, hemos de recordar que toda persona, si así lo desea, puede solicitar asilo humanitario (comúnmente llamado refugio), aunque no haya control migratorio y o no cuente con documentos de identificación. Aquí hablamos de un procedimiento específico y de ciertos principios contenidos en convenios firmados y ratificados por Guatemala.

Estás 110 personas migrantes en territorio guatemalteco son sujetos de derecho. ¿En dónde quedó el derecho a la salud? Cuánto más ahora que estamos ante una emergencia que nos preocupa y agobia.

¿Por qué una vez en Guatemala, no se procedió a ponerles en ambiente propicio para evaluaciones de salud? El considerar la solución fácil de desecharlos, sacarlos y barrerlos fue una falta grave e inhumana; a la vez que una gran irresponsabilidad ante el mal manejo de la situación y la visible vulnerabilidad tanto de los vecinos en Esquipulas como de las mismas personas migrantes.

¡La salud no tiene pasaporte y es un derecho!

Recordemos que el derecho interno no está sobre el derecho internacional en materia de derechos humanos y más ahora en que somos, unos más que otros, muy vulnerables.

Las personas migrantes no son objetos, no son paquetes, son nuestros hermanos y hermanas, son de nuestra carne y sangre.

Aquí hablamos de humanidad, de hermanos y hermanas nuestras, con hambre, frío, sed…

Lo último que se supo fue que las personas migrantes no llegaron a Casa de Ocotepeque, en Honduras. ¿En dónde están? ¿Quién les protege? ¿Regresaron a Guatemala? ¿Quién les cuida y cómo?

Quiero acentuar que, y después de haber consultado al obispo presidente de esta Pastoral, ofrecimos el espacio de la Casa del Migrante José, en la prelatura de Esquipulas, diócesis de Zacapa y Chiquimula, para que el Gobierno pusiera en protección y cuarentena a las 109 personas migrantes originarias de Haití.

Seguimos con el ofrecimiento, siempre y cuando sean las instancias de Gobierno correspondientes que atiendan, acompañen, monitoreen y dejen en condiciones saludables la casa del migrante.

Algunas recomendaciones:

-Procurador de Derechos Humanos: haga monitoreo y documente sucesos en la frontera de Agua Caliente pues todavía hay presencia de personas haitianas en Esquipulas.

-Ministerio de Salud: que se presente con acciones contundentes y responsables.

-Agencias del SNU: que monitoreen, capaciten y accionen con ayuda humanitaria emergente en esta zona.

-Presencia de Cruz Roja Guatemalteca para ayuda humanitaria emergente en coordinación con bomberos voluntarios.

A nivel nacional:

– Al Sr. Presidente de la República: velar y hacer respetar procesos administrativos migratorios y los principios contenidos en el marco internacional de derechos humanos.

– Al jefe de la Autoridad Migratoria: urge la conformación de la subdirección de atención y protección a migrantes, que figura en el código de migración.

La Pastoral de Movilidad Humana manifiesta con esto, la plena voluntad de humanizar el mundo de los desplazamientos y migraciones, dignificar a las personas en situación de migración, refugio y trata; y abrir espacios de diálogo con un alto grado de colaboración, coordinación y corresponsabilidad.

Que Jesús, José y María, que se pusieron en camino de huída, nos sigan inspirando los mejores sentimientos de compasión, encuentro y diálogo.

Juan Luis Carbajal Tejeda, C.S.
Secretario Ejecutivo
Pastoral de Movilidad Humana.

Guatemala de la Asunción, 17 de marzo del 2020.

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