Un bosque de Santa Eulalia es depredado por la tala ilegal

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Créditos: Regino Juárez
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Regino Juárez

El bosque de Sam Ch’en, ubicado en el noroccidente de Santa Eulalia tiene dos hectáreas de extensión, actualmente está siendo objeto de la tala clandestina de árboles, protagonizada por personas que se aprovechan de este negocio, un grupo de vecinos buscan que los responsables de la depredación sean castigados y plasmar un precedente que ayude a preservar los bosques y el agua en el norte de Huehuetenango.

Santa Eulalia es un municipio ubicado en el corazón  de los Chuchumatanes, el 84% de su territorio está compuesto por bosque tropical, desde hace aproximadamente 20 años algunos vecinos se han dedicado a talar desmedidamente especies como pino, palo blanco, ciprés, aliso y otras especies nativas de la región, para comercializar la madera en el casco urbano del municipio.

El bosque de Sam Ch’en (Piedra Comal en español) con 2 hectáreas de extensión, propiedad comunal de 125 personas de Santa Eulalia, fue objeto de tala ilegal en los últimos meses del 2019, pese a las rondas de vigilancia de los comunitarios, quienes se dedican a este negocio utilizan horarios nocturnos para talar árboles y pasar desapercibidos.

“Esto es preocupante, porque mientras nosotros nos esforzamos por recuperar estos bosques y resguardarlos, malos vecinos solo buscan hacer dinero a costa del daño al medio ambiente”, manifestó uno de los propietarios de este terreno que es reconocido por locales como un lugar importante ya que resguarda yacimientos de agua que alimentan algunas comunidades en el norte de Santa Eulalia.

Las personas que resguardan el bosque  han hecho denuncias ante el Instituto Nacional de Bosques (INAB) y el Ministerio Público (MP), contra alrededor de 17 personas, pues ya los han identificado cuando han extraído madera de este sector. En la segunda mitad del 2019, el INAB verificó los daños y posterior a su inspección envió su reporte al MP para adjuntar a la investigación correspondiente.

Aunque saben que es un proceso largo, quienes defienden el bosque esperan que los culpables sean sancionados por estos daños y que se dicte un precedente para que dejen en paz este y otros bosques.

Miles de árboles talados

Se han cuantificado, por lo menos, 5 mil árboles talados en los últimos  5 años, aunque podría ser una cantidad mayor, ya que la dimensión del bosque hace complicado recorrer todo el terreno.

 “Nos preocupa porque los bosques nos proveen de agua, además de que la tala contribuye al cambio climático que ya es una realidad”, expresó don Joel Juárez, uno de los propietarios de Sam Ch’en. También les preocupa que se esté afectando a la fauna originaria del lugar, incluso el habitad de las aves se está reduciendo y mamíferos como el venado son amenazados por el corte ilegal y la caza.

 “Es un lugar que nuestros ancestros nombraron Sam Ch’en, por la presencia de una piedra plana entre los árboles, y que cuidaron bastante. Por lo mismo nosotros queremos continuar con esa protección”, agregó don Joel.

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