Créditos: Kimy de León
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Por Aj Ral Ch’och’

Varias comunidades del área sur del municipio de El Estor, Izabal y Sierra de las Minas se organizaron para conmemorar el Día Nacional de las Víctimas. “El dolor y la ausencia de nuestros seres queridos jamás podremos borrarlo de nuestros corazones”,  declaró Mariano Mes, representante de las víctimas de las comunidades del valle del Polochic. 

Estudiantes de las escuelas primarias y básicos de estas comunidades se reunieron el martes 25 de febrero en el salón comunal de la aldea Sepur Zarco para realizar actividades en memoria de los desaparecidos durante de la guerra civil.  Los sobrevivientes participaron contando sus historias y relataron cómo el Ejército llegó a sus comunidades y asesinó y secuestró a sus familiares. 

En los primeros tres años de la década de 1980 se instalaron siete destacamentos en el área de la Sierra de las Minas y en el municipio de El Estor. Según lo relatado por los sobrevivientes la presencia militar tenía como objetivo tener el control territorial.  

En 1981 se instaló un destacamento en la finca Las Tinajas, luego de 1982 y 1983 establecieron otro en la comunidad de Sepur Zarco, también en las comunidades de San Lucas y en la finca Las Colinas, que pertenecen al municipio de Panzós, Alta Verapaz, también había presencia militar en las fincas Chabila y Pataxte que pertenecen al municipio de El Estor, y en la aldea Mariscos que pertenece al municipio de los Amates, Izabal.

El miércoles 26 de febrero en horas de la mañana las abuelas del caso Sepur Zarco junto a otras comunidades realizaron una caminata que inició en la aldea Colonia Santiaguito, en el área sur del municipio de El Estor, y concluyó en la aldea Sepur Zarco, donde antes había un destacamento militar instalado durante el régimen del general Efraín Ríos Montt, en 1982. 

Los esfuerzos de búsqueda los desaparecidos, que han hecho los pobladores de estos lugares, se han realizado con el apoyo de organizaciones de derechos humanos. “Hemos encontrado algunos de los desaparecidos, pero aún faltan muchos. Por ejemplo, los restos de mi señor padre”, relató Mes.    

En el caso de la sentencia de las abuelas de Sepur Zarco, dictada el 26 de febrero de 2014, solamente se ha encontrado los restos de un abuelo en el destacamento militar en finca Las Tinajas. Las familias q’eqchi’ sobrevivientes siguen buscando a 14 personas, para darles a todos y todas los desaparecidos una sepultura digna.  

El caso de Sepur Zarco es paradigmático. Durante las audiencias 15 mujeres maya q’eqchi’ pidieron justicia y el tribunal de mayor riego ‘’A’’, la jueza Yassmín Barrios encontró culpables  al coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y al comisionado militar Heriberto Asij Valdez, por los delitos de violencia y esclavitud sexual durante la guerra 1982 y 1983.  

Urgen las medidas de reparación en el caso de la sentencia de Sepur Zarco 

Las peticiones de las familias sobrevivientes son varias. Las principales son “que se cumpla las 16 medidas de reparación en el caso de la sentencia de Sepur Zarco”. También solicitan que no se repita las violaciones a los derechos humanos y que no se vuelvas a recordar estos vejámenes ocasionados por el Ejército de Guatemala

El motivo de los atrasos de estas medidas de reparación, según autoridades estatales, se debe  a que la comunidad a un no cuentan con la certeza jurídica de las tierras donde habitan, especialmente la aldea Sepur Zarco, lugar en el que radican desde 1950. 

No más desalojos para las familias q’eqchi’

Durante la marcha de ayer, los comunitarios junto a las abuelas de Sepur Zarco solicitaron al Gobierno el cese de los desalojos a las familias que han recuperado su tierra, y que anteriormente habían sido desalojados y asesinados por el Ejército. También expresaron su oposición a las plantaciones de palma y la actividad minera en el territorio. 

La actividad terminó con acto en el salón comunal de Sepur Zarco. Demecia Yat, de la colectiva Jalok U, recordó que en 2016 lograron que se hiciera justicia, y pidieron a sus hijos y nietos continuar con la lucha de encontrar a los desaparecidos por el Ejército. 

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