Por Alejandra Sarti
La campaña “Un violador en tu camino”, del colectivo chileno Las Tesis, se convirtió en algo más que un himno feminista de sororidad. El tema sonó con tanta fuerza alrededor del mundo que hasta el momento se ha generado una reacción en cadena donde mujeres de diferentes lugares denuncian los actos de violencia sexual de los cuales han sido víctimas a través del hashtag #UnVioladorEnTuCamino en diferentes redes sociales pero con más frecuencia en Twitter.
El movimiento consiste en intercalar el coro de la canción “Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía” con los actos precisos de donde fueron violentadas.
“Y la culpa no era mía” = (Edad que tenían al momento del acto)
“Ni dónde estaba” = (Lugar, escenario o acto en donde se encontraban)
“Ni cómo vestía” = (descripción de vestimenta)
“El violador eres tú” = (Grado de relación con el violador)
La toma del espacio público, realizada el pasado sábado 30 de noviembre, en diferentes países de América Latina, y convocado por el colectivo Las Tesis a través de la plataforma de Instagram, convocó a cientos de mujeres que protestaron de manera pacífica ante los abusos sexuales cometidos ante su género, sin distinción de edades. El fin de la movilización tenía como fin evidenciar el problema, que, para ser erradicado requiere de la contribución de los hombres.
Mujeres de diferentes países de Latinoamérica y el mundo denuncian las injusticias contra ellas, esta vez a través de un himno feminista.
Posted by Prensa Comunitaria on Monday, December 2, 2019
A través de redes sociales diferentes grupos tratan de silenciar la campaña estigmatizando al movimiento feminista con comentarios ofensivos con una fuerte carga de violencia psicológica, poniendo de nuevo en evidencia el problema.
Para Adriana Quiñones, de ONU Mujeres, en su participación del pasado 27 de noviembre en el conversatorio “Innovar para la Igualdad: Contribuciones de los hombres en la erradicación de la violencia contra las mujeres”, cuando una mujer gana autonomía y empoderamiento es atacada y vista como subordinada, prescribiendo su papel en la sociedad, como si fuera atada a un régimen inferior, en ese sentido las campañas de descalificación son producto de los roles y estereotipos de género que definen al hombre y la masculinidad.
Pese a los ataques, la cadena de reacción pacífica a través de los relatos compartidos en redes sociales también ha permitido que hombres reconozcan que vivimos en una sociedad desigual en donde solo es posible la democracia y el desarrollo erradicando este tipo de prácticas violentas.
