Por primera vez una mujer llegará a la Alcaldía de Bogotá: su nombre es Claudia López, una politóloga, investigadora social y periodista que tras su exitoso paso por el Senado de la República y una candidatura vicepresidencial en las elecciones del año pasado, se hizo con el aval de su partido Alianza Verde y logró ganar las elecciones al primer cargo de la capital con 1′097.728 votos.
La nueva alcaldesa electa de Bogotá nació en el seno de una familia de clase media bogotana y es la mayor de seis hermanos. Su padre, Reyes Elías López, es un comerciante boyacense que militó en el Nuevo Liberalismo, movimiento político de Luis Carlos Galán Sarmiento, caudillo liberal que murió por órdenes de Pablo Escobar. Su madre, María del Carmen Hernández, es una maestra de escuela, sindicalista y de izquierda, la primera mujer de su familia en acceder a la educación superior.
López es egresada de una escuela pública bogotana, ubicada en Engativá, una de las localidades más humildes de la capital. Su primera vocación fue la medicina, carrera que trató de cursar aplicando en tres ocasiones a la Universidad Nacional -la universidad pública más grande del país- sin lograr ser aceptada. También lo intentó sin éxito en la Universidad del Rosario de Bogotá y luego logró una beca para estudiarla en la Unión Soviética, pero poco antes de viajar cayó el Muro de Berlín y terminó con sus sueños de ser médica.
Por fin se matriculó en Biología en la Universidad Distrital de Bogotá y empezó a militar en el Movimiento Estudiantil de finales de los 80, el cual reunía estudiantes de las principales universidades públicas y privadas del país. En esos años, el Cartel de Medellín reinaba en cabeza de Pablo Escobar, quien había lanzado su ataque frontal contra el Estado.
La campaña política de esa época, que tenía como favorito a Luis Carlos Galán Sarmiento, terminó teñida de sangre por su muerte y la de los también candidatos Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo.
Esto motivó a los estudiantes a volcarse a las calles y protestar masivamente en contra de la violencia política. De esas protestas surgió la iniciativa de “La Séptima Papeleta”, de la cual hizo parte López. Dicha iniciativa buscaba promover una reforma constitucional que permitiera la participación de las fuerzas políticas históricamente excluidas y consolidara un nuevo pacto nacional.
“La Séptima Papeleta” consistía en un voto adicional en las elecciones que promovía la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, la cual fue finalmente convocada y produjo la proclama de la Constitución de 1991, la cual rige actualmente al país.
Por esos años López, todavía estudiante, renunció definitivamente a la medicina y optó por inscribirse en Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales en la Universidad Externado, instituto privado al cual logró acceder por medio de un crédito de estudios. Dos años después, en 1993, daría sus primeros pasos en la política uniéndose a la campaña de Enrique Peñalosa a la Alcaldía de Bogotá, de la que sería funcionaria después de que este lograra la victoria.
Paradójicamente, en esta elección ella representaba la oposición a la gestión de Peñalosa, quien cumple su segundo mandato al frente de Bogotá.
También estudió Administración Pública y Política Urbana en la Universidad de Columbia, Nueva York, becada por la OEA y el BID. Después de graduarse trabajó durante seis años con Naciones Unidas.
López regresaría a Colombia en 2004 y se convirtió en una reconocida investigadora y analista política. Dirigió la Misión de Observación Electoral (MOE), organismo que hace seguimiento y veeduría a las elecciones en Colombia. Publicó varias investigaciones sobre el fenómeno de la parapolítica que fueron la base de las condenas a cerca del 30% del Congreso de la República tras comprobarse sus vínculos con grupos paramilitares.
Sus denuncias en contra de la corrupción la hicieron ganar poderosos enemigos que amenazaron contra su vida, como el ex gobernador de La Guajira, Kiko Gómez, acusado, entre otros delitos, de asesinato.
Su primera candidatura formal fue en 2014, cuando se lanzó al Senado de la República por el partido Alianza Verde y se convirtió en la mujer más votada de esa corporación.
En 2018 decide no volver a aspirar al Congreso y se embarca en una aventura presidencial que terminó consolidando la llamada Coalición Colombia, una alianza de partidos de centro izquierda que tuvo como candidato presidencial a Sergio Fajardo. López terminó siendo su fórmula a la vicepresidencia.
La dupla Fajardo – López quedó de tercera en la primera vuelta presidencial, superados por Iván Duque -candidato de Álvaro Uribe Vélez- y Gustavo Petro -principal político de izquierda en el país- quien los superó por un estrecho margen del 2%.
Sin embargo, ganaron en Bogotá, fortín político de Petro, que venía de ser alcalde. Esa victoria en las presidenciales fue el pilar de su campaña a la Alcaldía, la cual se terminó de consolidar después de ganar a principios de este año las primarias de su partido y de graduarse de su doctorado en Ciencia Política de la Universidad Norhtwenster (Chicago).
Con los resultados de este domingo López no solo se convierte en la primera mujer en dirigir la capital del país, sino en la política LGBTI más exitosa de la historia de Colombia.
La alcaldesa electa es pareja sentimental de la también política de Alianza Verde, Angélica Lozano, actual senadora de la República. Asumirá su cargo a partir del 1 de enero de 2020.
