Créditos: Nelton Rivera.
Tiempo de lectura: 5 minutos

19 de septiembre 2019

Mientras el ejército y el gobierno cambian una y otra vez la versión de lo ocurrido en Semuy II, las voces de las comunidades maya q’eqchi´ siguen buscando como romper el cerco mediático y expresarse. Buscan denunciar la ocupación militar de la comunidad y las graves restricciones y presiones de las cuales son objeto por los oficiales y la tropa. Para las comunidades del área sur de El Estor la preocupación y el recuerdo reciente de la represión durante la guerra los trasladan a la década de 1980.

Entre la militarización y el recuerdo de la represión

A continuación presentamos los testimonios de tres comunitarios que expresan la preocupación y rechazo al estado de sitio decretado por el gobierno de Jimmy Morales el 4 de septiembre de 2019 por la muerte de tres soldados en la aldea Semuy II. Las personas que accedieron a contar su experiencia viven en el área sur del municipio de El Estor, Izabal, quienes por seguridad pidieron omitir sus nombres por temor a represalias y en su lugar se utilizaron nombres ficticios en cada relato.  

Testimonio de don Mario

Ya no queremos volver al pasado. No queremos presencia militar y más muertes en nuestra comunidad. Estamos cansados de mucho dolor por lo que vivimos en el pasado. Sabemos como actúa el ejército, mi padre fue asesinado por ellos y él no tenía deudas, ni armas, no era un ladrón. A él lo asesinaron por ser un agricultor, ese día fue a ver su siembra y lo rodearon los soldados, no le hicieron ninguna pregunta o por qué andaba solo, ahí lo asesinaron y lo arrastraron 12 metros, luego lo cortaron en pedazos, como si fuera un animal. Él tenia 20 tareas de tierra y cultivaba yuca, malanga, naranjas y mangos. Los de la aldea de San Marcos, Esperanza Ponbaha’k, en el Estor, ellos conocieron a mi padre.

Foto: Nelton Rivera

Duele mucho recordar lo que sufrimos. Me quedé sin papá y solo con el esfuerzo de mi mamá sobrevivimos todo este terror. Pedimos que se investiguen los hechos y que den con los responsables, y se pruebe si realmente fue uno de los comunitarios quien disparó. No es posible que esto pueda pasar cuando estamos en tiempo de paz, es muy triste la acción del gobierno, porque en el área sur hay muchas víctimas que dejaron los soldados. Por ejemplo, hijos que aún buscan los restos de sus padres, y padres buscando a sus hijos que fueron desparecidos y asesinados. Todo esto pasó en el área sur de El Estor, en la Sierra de las Minas y el Valle del Polochic.

El dolor de los golpes físicos desaparece, pero el dolor que hizo el ejército esta en lo profundo de nuestros corazones, no puede desaparecer y jamás se puede olvidar. Es por eso por lo que no queremos que nuestros hijos vivan lo que nosotros sufrimos en el pasado. Las abuelas de Sepur Zarco en la sentencia pidieron que jamás se repita este dolor y sufrimiento, después de 36 años el Estado todavía no han reparado todo el daño que causó el ejército en nuestras comunidades.  

Es importante que el gobierno de nuestro país pueda informar. Primero, sobre el estado de sitio, para que el pueblo pueda comprender cómo le afecta y también explicar el problema. No es posible que, por la muerte de tres soldados en una comunidad, el presidente tome la decisión de un estado sitio en 6 departamentos, ya que todos los demás ni siquiera conocen el problema. Esto es algo serio para las comunidades. Lo que debería hacer es mandar a investigar en dónde fue el problema. Son mas de 20,000 víctimas por el ejército en el tiempo del conflicto interno armado y si el gobierno le interesara entonces hubiera hecho algo para ver de que forma sanar el dolor, a las familias que aún siguen buscando a sus familiares desparecidos y asesinados por el ejército de nuestro país. 

Testimonio de Pedro Ichich

Tenemos terror, no queremos que vuelva el pasado. Un pasado donde fueron asesinados nuestros, padres, abuelos y familiares por el ejército de Guatemala. Nos sorprende la información y la decisión del gobierno. Como líderes de nuestra comunidad nosotros no tenemos información y nuestra comunidad nos pregunta sobre este tema. Ahora no podemos reunirnos para explicar esta situación, no podemos hacer nada en este momento y no sabemos como entenderán el estado de sitio toda nuestra comunidad.

No sabemos que puede suceder hoy o mañana, lo único que sabemos es que el ejército está metido entre las plantaciones de palma africana, cercanas a la aldea Panacté, ¿Cómo es un estado de sitio, no lo sabemos si van a pasar en las casas de cada uno? Hay mucho miedo por las experiencias vividas anteriormente, no digamos en las aldeas de Sepur Zarco, San Marcos, Ponbaha’k y Esperanza, quienes fueron víctimas del ejército en el tiempo del conflicto armado.

Fue en una comunidad en donde sucedieron estos hechos. ¿Cómo es posible que ahora hay 6 departamentos afectados? Esto es un muy grave y no habría pasado si hubieran coordinado con nosotros, que somos los líderes comunitarios. Tal vez hubiéramos elaborado un acta y los hechos no se lamentarían, las personas que viven en la comunidad saben respetar a las autoridades. Por ejemplo, en la aldea Sepur Zarco, les enseñamos a nuestros hijos e hijas a respetar a nuestras autoridades, nosotros vivimos en armonía y en paz en nuestra comunidad, no sabemos nada de narcotraficantes. Nosotros trabajamos la tierra, sembramos maíz, frijol y arroz, esto es todo lo que tengo que decir sobre el estado de sitio, no conocemos cómo es, porque en nuestra comunidad los niños juegan, las mujeres y los que van al servicio religioso no tienen idea sobre esto.

Tenemos el temor que en un servicio religioso o en la fiesta de algún cumpleaños, o la reunión de las mujeres cocinando para una fiesta puedan ser retenidas o llevadas a prisión. Hemos escuchado que esto es muy serio y ahora no solo para nosotros si no para los otros departamentos. Si realmente fuera muy peligroso, en toda el área sur, habría muertos a diario.

Aquí todos estamos tranquilos y sin problemas. La distancia de la aldea de Semuy II a la comunidad Sepur Zarco es de 8 kilómetros. Nosotros no tenemos coordinación con las autoridades de la comunidad de Semuy II, ellos viven en las palmas, también colindan con las montañas que tienen plantación de palmas, no son muchas familias las que viven ahí, y no es posible que también a todas nuestras familias sufran por todo lo que a pasado en esa comunidad. Un estado de sitio es lo que tenemos que vivir y nadie conoce en nuestra comunidad ¿qué es un estado de sitio?

Testimonio de doña Marciana Coc

Ante los hechos ocurridos en la comunidad de Semuy II, el día 3 de septiembre, nosotros que somos vecinos de la comunidad no sabemos qué pasó y como sucedió todo esto.

Según la ley, hay un tiempo de investigación, y es importante saber como comenzó este problema para saber quién fue el responsable de las muertes. Segundo, es necesario saber por qué llegaron los soldados en la comunidad y si fueron llamados. Esto es para comprender lo que paso ese día, pero el gobierno quebranto los acuerdos de paz y las leyes de nuestro país porque declaró un estado de sitio en muchos lugares y esto nos afecta a nosotros porque con esta acción violentan todos nuestros derechos humanos.

Nosotros entendemos claramente las leyes. El que a quebrantado las leyes de Guatemala debe ser juzgado ante un tribunal, y si aún no hay responsable se debe investigar para encontrarlo. ¿Por qué no llego al lugar de los hechos el presidente para tomar una decisión sabia? Pero él está condenando a todos con el estado de sitio. Las leyes también dicen que tenemos el derecho a ser escuchados y así expresar lo sucedido, para saber quién comenzó primero y así debe ser siempre. Como en este caso, si el ejército comenzó o los que viven en la comunidad, y así juzgar a los responsables.

Decretar un estado de sitio cuando realmente no se sabe cómo sucedieron los hechos en la comunidad de Semuy II, según en los acuerdos de paz si hay alguna detención, debe ser notificada.

COMPARTE