La negativa del CSU para resolver la crisis en la universidad

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Créditos: CEU
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Nelton Rivera

5 de agosto 2019

La Universidad de San Carlos (USAC) podría paralizar por completo sus labores a nivel nacional, en cuestión de uno o dos días, y la respuesta de las autoridades universitarias es la de resistirse y negarse a tomar en serio las demandas de los estudiantes y darles una solución inmediata. En un primer acercamiento para el diálogo con los estudiantes realizado en la rectoría en la noche del 2 de agosto, simplemente se negaron a tomar en cuenta sus demandas, escucharon las bases del diálogo planteadas por el movimiento estudiantil, recibieron por escrito las demandas, pero no se llegó a nada. Pidieron aplazar la mesa de diálogo para el lunes 5 de agosto. El rector Murphy Paiz fue el gran ausente en la mesa de diálogo. 

La USAC enfrenta un nuevo pico de crisis interna. Distintas expresiones del movimiento estudiantil universitario paralizaron actividades a nivel nacional. La mayoría de los centros universitarios están tomados por estudiantes, a estas acciones se sumaron sindicatos de trabajadores y docentes en defensa de la educación pública y gratuita.

En la tarde del viernes 2 de agosto, luego de cinco días de la toma del campus universitario y de la mayoría de centros departamentales, el Consejo Superior Universitario (CSU) desvió la atención de la crisis, realizando una conferencia de prensa en la que se mostraban anuentes a dialogar. Incluso se atrevieron a afirmar que podrían dar marcha a atrás con algunas de las decisiones que provocaron la crisis y llevaron al extremo la paciencia de la comunidad universitaria.

El Procurador de los Derechos Humanos (PDH), Jordán Rodas, visitó el campus central por la mañana y dialogó con los representantes estudiantiles. Luego se reunió con el CSU y logró que por la noche se sentaran a discutir con el movimiento estudiantil en la rectoría de la universidad, fueron 6 largas horas de discusión y los representantes del CSU se negaron a negociar.

Gustavo Bonilla, decano de la facultad de derecho; y Mario Antonio Godínez, decano de la facultad de agronomía, afirmaron en la mesa de diálogo que como CSU no iban preparados para tomar decisiones en ese momento y rechazaron firmar un documento en el que se comprometían a resolver las demandas de los estudiantes.

Para los estudiantes que participaron en la mesa de diálogo, las contradicciones entre algunos miembros del CSU y el rector se hicieron evidentes, o esa es la idea que intentan transmitir. En la conferencia de prensa en la que sí participó Murphy Paiz dio la impresión de comprometerse a resolver las demandas estudiantiles, afirmando que darían marcha atrás con el cobro del Programa Acádemico Preparatorio (PAP) y de los exámenes de admisión, anular el convenio de Ejercicio Profesional Supervisado (EPS) con la Cámara de la Industria de Guatemala (CIG); y también revocar el opaco negocio de arrendamiento de las instalaciones deportivas de Los Arcos, en la zona 15, a la empresa FUTECA propiedad de Javier Arzú Tinoco[1]

En presencia del procurador, Jordán Rodas, y una comisión de la PDH, los representantes del CSU que asistieron al diálogo mostraron una postura contradictoria con el rector tan solo un par de horas después de lo anunciado por Murphy Paiz.

Al llegar al punto 6 del petitorio estudiantil, que cita que el CSU debe firmar por escrito el compromiso para materializar las demandas, la postura de estos fue de rechazo y discusión. Al finalizar el CSU sigue con la postura cerrada e inaccesible, con la excepción de la representante estudiantil por la facultad de Farmacia ante el CSU en apoyo al movimiento estudiantil, el resto continúa una misma línea oficial.

Finalmente el CSU pidió un nuevo espacio para continuar con el diálogo el próximo lunes 5 de agosto en las instalaciones de la USAC, en la zona 12, en horas de la tarde. Para el Colectivo Estudiantil Universitario (CEU), que tiene la vocería del movimiento, la presión se continuará ejerciendo, la comunidad universitaria está logrando un consenso alrededor de las demandas en la capital y a nivel nacional y el CSU debe resolver la problemática en este momento, afirmó el vocero del movimiento estudiantil.

“Lo que estamos buscando es la garantía política que el CSU y rectoría van a respetar los acuerdos alcanzados en la mesa de diálogo, y que estos van a ser cumplidos, especialmente para lograr que los centros universitarios vuelvan a la normalidad, pero con la claridad de que no se acepatará el incumplimiento de los acuerdos”, afirmó el representante de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), quienes integran este espacio junto con otros colectivos, asociaciones, trabajadores y docentes.

Jordán Rodas, procurador de los derechos humanos expreso: “en la primera reunión de negociación entre de las partes en conflicto, de la resistencia pacífica en la Universidad de San Carlos se  avanzó lo suficiente para sentar las bases de negociación entre los representantes del Consejo Superior Universitario CSU, los movimientos estudiantiles, sindicatos de trabajadores y docentes de esta casa de estudios, esperamos como institución seguir mediando en la próxima reunión el día lunes.”


[1] Javier Arzú Tinoco dueño de FUTECA es un empresario vinculado a la municipalidad capitalina, es sobrino de Álvaro Arzú Irigoyen, fue beneficiado por las autoridades universitarias con el arrendamiento de Los Arcos de la zona 15. Arzú Tinoco es investigado por el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala CICIG por un caso de corrupción en la corporación municipal por varios millones de quetzales. Concriterio. MuniGuate y Arzú Tinoco: el negocio millonario de las gorras. 29 de agosto 2018. http://concriterio.gt/muniguate-y-arzu-tinoco-el-negocio-millonario-de-las-gorras/

Fotografía PDH
Fotografía PDH

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