Créditos: Victoria Reynoso.
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Por Rony Morales

19 de agosto 2019

El actual gobierno ha dejado un legado de corrupción e impunidad que en poco tiempo a los pueblos indígenas le costó vidas, sacrificios y cárcel. Tras los resultados de la segunda vuelta vemos que en los próximos cuatro años se experimentará una profundización de las políticas del presidente Jimmy Morales, que no buscan un beneficio para la población del campo.

En esta coyuntura las organizaciones indígenas se organizan y buscan la construcción de un Estado Plurinacional. El pueblo maya en particular, se pone a la orden del día el importante tema sobre cómo debemos construir un eje político aglutinador, para lograr una participación más beligerante, con mayor unidad y organización del pueblo maya. Se trata de encontrar consensos en la diversidad de opiniones y análisis en cuanto la situación actual, y sobre el papel que estamos llamados a jugar.

Lo que se observa con el  electo, presidente Alejando Giammattei Falla, es un fortalecimiento del poder oligárquico, militar y empresarial en el gobierno de Guatemala y las transnacionales. Él fue muy claro, dijo que impulsará  los megaproyectos y que tratará de regular las consultas comunitarias y el Convenio 169, el acuerdo del Tercer País Seguro y el Plan Alianza para la prosperidad.

Sobre los temas conversamos con Domingo Hernández Ixcoy, cofundador del Comité de Unidad Campesina (CUC), coordinador actualmente de la Asociación Maya Uk’ U’x B’e y dirigente histórico en la lucha por la defensa del territorio para tener un acercamiento a una porción del pensamiento de los pueblos ante este contexto.

PC: ¿Qué significa que Alejandro Giammattei ganara las elecciones?

DH: Ni Sandra Torres y Alejandro Giammattei representan los intereses de la población marginada y excluida de este país, principalmente la del campo. Desde los pueblos indígenas analizamos que Alejandro Eduardo Giammattei es una persona conservadora que será presidente de Guatemala de 2020 al 2024. Hará que en los próximos cuatro años el ejército, los ricos de Guatemala y las transnacionales hagan uso de los métodos de contrainsurgencia que ya se aplicaron contra nuestros pueblos. Dividen a nuestras comunidades y levantan a unas contra otras. A los trabajadores que son contratados por las empresas en las diferentes regiones, los convierten en contra de sus propios hermanos.

Giammattei Falla, recientemente proclamado como presidente, fijó abiertamente desde su campaña una postura discriminatoria y excluyente. Además, dijo que privilegiaría las inversiones transnacionales y respaldó la propiedad privada, lo cual en los últimos años ha servido para criminalizar a la población indígena y campesina en resistencia por la defensa de sus territorios. Ante las declaraciones en diferentes medios de comunicación de los posibles ministros de su gabinete, no cabe la menor duda de que el sector empresarial y militar estará al frente de este nuevo gobierno. Muchos de los posibles ministros, tienen señalamientos por narcotráfico y lavado de dinero, uno de ellos es accionista de dos empresas que podrían verse fuertemente beneficiadas en el tema de adjudicaciones de más proyectos extractivistas. En los próximos cuatro años se  dará un continuo de represión, criminalización, persecución contra los pueblos indígenas.

PC: ¿Qué consecuencia tiene el Plan Alianza para la Prosperidad en esta coyuntura?

DH: Giammattei continuará apostando por el Plan Alianza para la Prosperidad (PAP), es un acuerdo de Estados Unidos para la región norte (triángulo norte) de Centroamérica. Desde los pueblos hablamos de mayor  presencia militar estadunidense para mantenernos sometidos y siempre callados, prioriza la reconcentración de la riqueza en pocas manos, el incremento de monopolios de cultivos como la palma africana, las hidroeléctricas, ciudades intermedias e industria minería.

Todos los días un aproximado de 100 personas  inicia su viaje hacia Estados Unidos lo cual les representa un problema social y político, en su propio país, que no se resolvería con el PAP ya que la movilización humana es inevitable. Este plan vine desde la lógica neoliberal no desde la concepción colectiva.

La prosperidad tiene que ver con el acuerdo de tercer país seguro y las ciudades intermedias en la que el sector empresarial nos quiere imponer a costa de la vida de los pueblos y comunidades en los territorios que siguen siendo objeto de salarios bajos y en malas condiciones de vida.

PC: ¿Cuáles son las consecuencias del acuerdo del Tercer País Seguro en las comunidades?

D.H: Los pueblos no conocen el acuerdo del Tercer País firmado entre los gobiernos del presidente Jimmy Morales y el presidente Donald Trump. No se les consultó. Pensamos que es la continuación de Estado fallido, sentimos preocupación por nuestros pueblos. El país no tiene las condiciones estructurales para llamarles “seguro”, no se tienen las condiciones en los diferentes territorios para darles asilos a nuestros hermanos centroamericanos. Podemos observar quen le ha robado los derechos a las comunidades indígenas y campesinas de la tierra y territorio, lo que se ha incrementado es la necesidad de migrar al extranjero.

PC: ¿Por qué se habla de la defensa de la madre tierra y la refundación del Estado?

DH: La esperanza de los pueblos es seguir luchando para refundar el Estado y transformarlo en plurinacional, es uno de los principales retos y horizontes de las luchas de los pueblos originarios de Guatemala, desde su propia construcción y perspectiva, como alternativa contra el neoliberalismo, pero fundamentalmente en defensa de la vida, la madre tierra y la defensa del territorio que pertenece a los pueblos, fundamentalmente al pueblo maya.

El otro tema es que nadie puede negar que todo el pensamiento maya está totalmente vinculado a la defensa de la tierra, al cuidado del ambiente. Esto nos ayuda mucho a reafirmar toda nuestra lucha en la defensa del territorio, nuestra lucha contra las empresas extractivas. Es así cómo se materializa este pensamiento de respeto a  la madre tierra. Prácticamente nos lleva a realizar y a promover acciones para defenderla. Esto lo veremos en los próximos meses y años. Son cosas que van a ir cambiando poco a poco.

En los próximos cuatro años será dificiles en la defensa del territorio, la madre tierra, el agua, el aire y los alimentos. Pero debemos seguir con la lucha.

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