Créditos: Gladys Mucú
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Rony Morales

17 de julio 2019

Ayer, por medio de las redes sociales vecinos del municipio de Chisec, Alta Verapaz, dieron a conocer que las lagunas de la reserva natural, Sepalau se encontraban sin agua. Las razones se las atribuyeron al largo período de canícula, pero también al cambio climático y la deforestación del bosque en las montañas.

De acuerdo con los comentarios, la falta de lluvia hará que el agua sea escasa y esto afectará directamente el consumo humano y los cultivos en las comunidades de la Franja Transversal del Norte (FTN).

En el idioma q’eqchi’ Sepalau significa “lugar de una laguna”. Hace algún tiempo en este lugar cohabitaban seres humanos, flora y fauna en total armonía. Pero desde que las empresas que extraen maderas y cultivan palma llegaron esta relación se rompió.

“Era adecuado para ir a nadar y pasarla bien con toda la familia. Aunque fuera en época de verano, se apreciaba la belleza del lugar”, se podía leer en los comentarios de los comunitarios. Otras personas agregaron, “nos preocupa que el gobierno de como única respuesta la canícula prologada, cuando las causas de la sequía de lagunas y ríos tienen que ver con la deforestación y la actividad de las empresas”.

Sepalau está formado por cuatro lagunas (Vidas, Santa María, Agua Salada y Agua de la Tortuga), todas con agua azul. Los minerales que se encuentran en sus fuentes subterráneas le dan ese color tan característico; y al mismo tiempo, son los bosques a su alrededor los que contribuyen para la existencia de esos yacimientos minerales.

La versión del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) atribuye el secamiento de laguna de Sepalau, a la extensa y prolongada sequía en el norte del país. También han declarado que delegados departamentales de Alta Verapaz han intensificado las jornadas de reforestación  con el apoyo de los pobladores del área. Para las comunidades que viven en armonía con la madre naturaleza la respuesta de parte del gobierno no contribuye para poder contrarrestar las causas de la sequía, ni explican la desaparición de los mantos acuíferos en la zona norte de Guatemala.

Foto: Gladys Mucú

“La escasez de ríos y lagunas es consecuencia de la explotación las empresas extractivas. Los comunitarios afectados vienen denunciando, desde 2015, la sequía y la contaminación de los afluentes. A las comunidades llegan comisiones de transparencia, de derechos humanos y grupos ambientalistas a verificar los daños, pero nunca tratan las causas de los cambios climáticos que nos afectan en el municipio”, expresó Pablo Xol.

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