Créditos: Ana Cristina Alvarado
Tiempo de lectura: 5 minutos

Por David Toro

1 de julio del 2019

El Ejército de Guatemala cuestionado los últimos años por crímenes de lesa humanidad, volvió a realizar el desfile del 30 de junio por algunas de las calles de la ciudad capital. Mientras que, en el centro histórico, organizaciones de derechos humanos recordaban a los más de 45 mil desaparecidos durante el conflicto armado interno, al mismo tiempo que rechazan el poder que tienen los militares en este gobierno.

Tambores, armas, cánticos, el sonido de cientos de botas marchando al unísono y rostros camuflados invadieron algunas calles de la ciudad de Guatemala este domingo, el Ejército desfiló en conmemoración de su día desde el monumento de Juan Pablo II de la zona 13 hasta el Campo Marte en la zona 5 donde fueron recibidos por el presidente Jimmy Morales, pese a la suspensión definitiva de esta actividad desde 2008 y el espíritu de los acuerdos de Paz. Francisco Méndez de H.I.J.O.S declaró durante la marcha de la memoria, que el desfile militar es un ataque simbólico de los grupos de poder en contra de los avances en materia de justicia logrados en Guatemala.

Foto: David Toro

También hubo desfile en las cabeceras de Quetzaltenango y San Juan Sacatepéquez, con la participación de la gran mayoría de las unidades de las fuerzas armadas. También participaron institutos públicos, bomberos municipales, miembros de la Entidad Metropolitana Reguladora de Transporte y Tránsito (Emetra) y la Policía Nacional Civil (PNC).

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La última vez que se había realizado este desfile fue en el 2007 ya que organizaciones sociales presionaron al gobierno de Álvaro Colom para suspender esta actividad debido a los señalamientos de violaciones contra los derechos humanos que pesan en contra del Ejército y algunos de sus altos mandos.

El gobierno de Jimmy Morales quiso romper con la disposición y realiza en Zacapa y Quetzaltenango desfiles públicos en el 2017. Desde el 2008 se realizaban dentro de las instalaciones militares. Morales es el único presidente que se ha vestido de militar desde Oscar Humberto Mejía Víctores.

Jimmy Morales se ha rodeado de militares señalados de crímenes de guerra como el exdiputado y asesor de campaña coronel Edgar Ovalle, quien fue jefe de la zona 21 y prófugo de la justicia desde hace más de 2 años, por estar vinculado al caso Creompaz, relacionado con desaparición forzada.

Una memoria que no se apaga

Más de un centenar de personas participaron en la Marcha de la memoria organizada por el colectivo H.I.J.O.S Guatemala, grupo formado por familiares de desaparecidos, que desde 1999 salen a las calles el 30 de junio para recordarle al Ejército que existe un sector que mantiene resistencia y viva la historia de lo ocurrido en el país.

En la actividad también participó la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) recordando la vida de los estudiantes universitarios desaparecidos, destacaron la importancia de mantener resistencia ante los actos condenables de un gobierno que se ha encargado de empoderar al Ejército.

Algunas tachas del Ejército

El Ejército de Guatemala cometió 626 masacres durante el conflicto armado interno, 420 de ellas fueron cometidas durante 18 meses (1981–1982) según la Comisión de Esclarecimientos Histórico (CEH).

El informe del CEH también destaca que las masacres y crímenes perpetrados por el Ejército durante los años del conflicto armado que duró 36 años fueron parte de estrategias militares ordenadas por los mismos gobiernos. En el 2013 el General Efraín Ríos Montt presidente de facto en 1982 fue declarado culpable del delito de genocidio por un tribunal de mayor riesgo.

En los últimos años miembros de las fuerzas militares se han visto envueltos en organizaciones de crimen organizado, como el coronel Ariel De León señalado por el Ministerio Público (MP) de colaborar para lavar más de Q14 millones producto de extorsiones realizadas por la mara salvatrucha.

Además, el Ejército ha sido señalado de tener vínculos con el narcotráfico, James Milford ex administrador adjunto de la Oficina para el Control de Drogas de EEUU (DEA) declaró en un artículo de Prensa Libre publicado el 29 de junio que Guatemala está por convertirse en un narcoestado, debido en gran medida a la corrupción de los militares ha perjudicado la lucha contra el trasiego de drogas.

Algunas tachas del Ejército

El Ejército de Guatemala cometió 626 masacres durante el conflicto armado interno, 420 de ellas fueron cometidas durante 18 meses (1981–1982) según la Comisión de Esclarecimientos Histórico (CEH).

El informe del CEH también destaca que las masacres y crímenes perpetrados por el Ejército durante los años del conflicto armado que duró 36 años fueron parte de estrategias militares ordenadas por los mismos gobiernos. En el 2013 el General Efraín Ríos Montt presidente de facto en 1982 fue declarado culpable del delito de genocidio por un tribunal de mayor riesgo.

En los últimos años miembros de las fuerzas militares se han visto envueltos en organizaciones de crimen organizado, como el coronel Ariel De León señalado por el Ministerio Público (MP) de colaborar para lavar más de Q14 millones producto de extorsiones realizadas por la mara salvatrucha.

Además, el Ejército ha sido señalado de tener vínculos con el narcotráfico, James Milford ex administrador adjunto de la Oficina para el Control de Drogas de EEUU (DEA) declaró en un artículo de Prensa Libre publicado el 29 de junio que Guatemala está por convertirse en un narcoestado, debido en gran medida a la corrupción de los militares ha perjudicado la lucha contra el trasiego de drogas.

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