Créditos: Stef Arreaga.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Stef Arreaga

29 de mayo del 2019

Este miércoles 29 de mayo, varias organizaciones de Guatemala, Ecuador y Nicaragua, presentaron ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, cuatro casos de niñas que fueron abusadas sexualmente y que decidieron denunciar a sus agresores. Estos casos darán pie a un litigio para demandar al Estado de Guatemala por el cumplimiento de políticas que garanticen los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, adolescentes y jovencitas que no cuentan con protección estatal.

Muchas niñas, adolescentes y mujeres en nuestro país son frecuentemente forzadas a continuar embarazos producto de violaciones. Estos casos de abuso, de acuerdo a registros, son perpetrados en su mayoría por parte de familiares y personas de confianza. Como podemos observar en el cuadro anterior, las cifras en el país son alarmantes. Los números dicen mucho sobre la protección de las menores por parte del Estado de Guatemala. Un estudio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), que se encuentra en proceso de elaboración, registra una importante cifra de niñas y adolescentes, que han sido objeto de violación y han decidido suicidarse al enterarse de su embarazo.

Ante los miles de casos registrados en Guatemala y otros países de América Latina, surge una campaña internacional llamada “Son niñas, no madres” que intenta visibilizar todas esas problemáticas en relación a las niñas y adolescentes víctimas de un Estado que no garantiza sus derechos sexuales y reproductivos. 

Foto: Stef Arreaga

En el marco de esta campaña, el día de hoy se realizó una conferencia de prensa, en la que varias organizaciones que trabajan en temas de niñez y adolescencia, violencia sexual, derechos sexuales y reproductivos, informaron del inicio de un proceso de litigio de forma coordinada ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, esto en nombre de cuatro niñas sobrevivientes de violencia sexual de Guatemala, Ecuador y Nicaragua. 

Una de estas sobrevivientes es Andrea, quien a sus 12 años fue vícima de una violación sexual por parte de una persona de confianza.

Lea la entrevista de Andrea aquí:  https://prensacomunitaria.org/una-nina-que-tuvo-que-ser-madre-relato-de-una-de-las-heridas-abiertas-en-guatemala/

La conferencia de prensa estuvo representada por Paula Barrios, directora de Mujeres Transformando el Mundo, quien explicó el contexto y la situación del proceso que se llevó a cabo el día de hoy en Ginebra. En ese sentido, Mirna Montenegro, del Observatorio en Salud Reproductiva (OSAR), reveló cifras importantes de 2018 y los primeros meses de 2019 en relación a embarazos en niñas y adolescentes. Gabriela Dávila, de Gente Positiva hizo referencia sobre las responsabilidades del Estado de Guatemala respecto a la problemática.

Por su parte, Rosana Cifuentes de la organización PSI/Guatemala habló sobre las consecuencias en la salud de las niñas, las complicaciones y riesgos que corren al enfrentarse a una maternidad a su corta edad y los daños psicológicos que traen consigo estos embarazos. Finalmente, la investigadora de Flacso Walda Barrios, informó sobre las investigaciones que está realizando la institución, particularmente sobre el tema de niñez y adolescencia que enfrenta maternidades no deseadas.

Así mismo, las representantes de las organizaciones informaron que esta campaña tiene como objetivo hacer el llamado para la implementación de políticas que protejan los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, adolescentes y mujeres. No únicamente con las víctimas expuestas en el caso, sino en América Latina y el resto del mundo. El objetivo de este litigio busca visibilizar las consecuencias de salud física y psicológica que las niñas sufren en contextos que limitan sus derechos sexuales y reproductivos, así como garantizar los derechos de las niñas y adolescentes, sobre todo el derecho a ser escuchadas en cuanto a la decisión sobre su cuerpo y su proyecto de vida.

Algunas de las representantes y directoras de estas organizaciones se pronunciaron señalando “Hoy, reafirmamos que la salud reproductiva es un derecho humano para todas las personas, sin importar quién seas o en dónde viva.  Demasiadas niñas en América Latina y alrededor del mundo, han sido puestas en situaciones que no solo amenazan sus derechos, sino que también ponen en riesgo sus vidas, porque no pueden tener acceso a servicios de aborto. Como médica, sé que forzar a las niñas a continuar un embarazo sin importar sus circunstancias o deseos, no solo es cruel, sino que tendrá un impacto devastador para ellas, sus familias y sus comunidades.”  

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