Las políticas del Inguat mercantilizan la imagen de las mujeres indígenas

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Créditos: David Toro
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por David Toro

28 de mayo del 2019

El Movimiento Nacional de Tejedoras sigue su lucha legal contra la campaña “Guatemala Corazón del Mundo Maya” promovida por el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT). Estas mujeres buscan frenarla   por considerarla racista y exigen al Estado la aprobación de otras políticas que realmente dignifique a los pueblos sistemáticamente marginados.

“Yo he estado en esta lucha desde hace mil  años atrás por medio de mis ancestros, es una lucha de convicción en conjunto con mi pueblo, nosotras usamos nuestros trajes cotidianamente no es un disfraz tenemos muchos conocimientos y significados detrás de ellos” dice Xóchilt Curruchich, una joven mujer maya Kaqchiquel de Comalapa, Chimaltenango, durante una caminata de las integrantes del Movimiento de Tejedoras en la ciudad de Guatemala el lunes 27 de mayo en el marco de su sexto encuentro nacional, al que asisten mujeres de todo el país que defienden la autonomía de sus tejidos.

Los tejidos, los rostros de las mujeres mayas, sus hijos, sus tradiciones e incluso el contexto empobrecido en el que viven, son empleados por las campañas del Inguat para atraer turistas extranjeros. Todo esto sin consentimiento de ellas, además estas imágenes únicamente utilizan el color y atractivo de la cultura de las mujeres, pero no toma en cuenta a la persona que está detrás, explica Angelina Aspuac una de las líderes de las tejedoras. Asegura tambiñen que el Inguat folkloriza la pobreza y el racismo para presentarlo como una mercancía atractiva en el extranjero.

En el 2016 el Inguat reportó tener dos depósitos a plazo fijo en el sistema bancario por Q20 millones por concepto de turismo. Además, anualmente se le ha aumentado el presupuesto para invertir en publicidad asegura Juan Castro abogado representante de las mujeres tejedoras. Para ellas esta gran cantidad de dinero que se utiliza en campañas en la que las mujeres indígenas son el centro como una atracción turística, podría ser empleado para crear una ley que proteja el arte textil que ellas realizan y que es amenazado por empresas nacionales y extranjeras.

Foto: David Toro

La desvalorización del arte de los huipiles

Ixchel Guoron integrante del consejo de tejedoras de Tecpán, cuenta que en la actualidad existen empresas que a partir de los tejidos que ellas realizan generan telas computarizadas y sublimadas que se industrializan en el mercado y son vendidas a precios módicos que oscilan entre los Q50.00 a Q100.00.

Ixchel explica que un verdadero huipil toma tiempo y dedicación. Pueden ser hasta tres meses de trabajo a mano, mientras que una máquina produce 50 diarias afectando, de está manera, el arte que ellas realizan y desvalorizando el verdadero valor de sus tejidos.

Angelina Aspuac comenta que vendedoras de tejidos de los municipios de Chichicastenango, Tecpán y otras partes del país han denunciado que los turistas regatean los precios de los tejidos porque el propio Inguat aconseja ofrecer menos para adquirir estas piezas.

Foto: David Toro

El proceso contra el Inguat sigue en la CC

La lucha de las tejedoras contra las políticas del Inguat llegó hasta la Corte de Constitucionalidad (CC), porque el 28 de marzo la Sala Sexta de lo contencioso administrativo rechazó el amparo presentado por el movimiento de tejedoras. Este lunes hubo una audiencia pública donde los representantes de las mujeres mayas expusieron a los magistrados de la Corte por las que deben ser amparadas y exigen detener las políticas publicitarias de turismo donde ellas son objetos, pero no beneficiadas.

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En esta vista pública ningún representante del Inguat se presentó a pesar de ser parte de este proceso. El fiscal César Augusto González del Ministerio Público (MP) decidió adherirse a las peticiones del Movimiento de Tejedoras basándose en el acuerdo 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), que establece sobre que el Estado debe respetar el uso de trajes indígenas y reconocer sus costumbres.

Mientras los magistrados de la CC dictan una sentencia en las próximas semanas, las Tejedoras siguen trabajando en su autonomía. Entre el 27 y 28 de mayo desarrollan su encuentro nacional, un espacio para discutir sobre el racismo del que son objeto y también generan estrategias propias para su desarrollo. Además han organizado un foro con candidatos a la presidencia para preguntarles sobre cuáles son sus propuestas para encarar los problemas estructurales que este sector vive día a día en Guatemala.

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