Créditos: David Toro.
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12 de abril del 2019

Este viernes se celebró el aniversario 121 de la Huelga de Dolores. Esta tradición de la Universidad de San Carlos ha perdido su brillo con los años: escasos mensajes de protesta y sátira, pocas denuncias concretas, y en cambio mucho alcohol y discursos cargados de violencia y misoginia fueron parte del “Desfile Bufo”.

Foto: David Toro

A las 8:30 de la mañana las calles de la sexta avenida de la zona 1, que sirven de recorrido tradicional de la huelga de dolores, ya se encontraban inundadas de ventas ambulantes de  bebidas alcohólicas y comida. La mayoría de participantes de la Huelga se encontraban en el paraninfo universitario preparándose para el desfile, luego de un “juebebes” de intervenciones “artísticas” de Reyes Feos de las diferentes facultades de la casa de estudios, acompasado con la borrachera embrutecedora de la Pascua.

Foto: David Toro

El desfile inició un poco tarde, el escaso orden era evidente: pequeños grupos de estudiantes (los más jóvenes) llevaban consigo mensajes de demanda social, muy generales y nada contundentes, mucho menos profundos. Las carrozas y comparsas se limitaban a criticar al actual gobierno por “corrupto y ladrón”, además, sus mensajes en contra de los candidatos presidenciales se centran más en criticar su físico y burlarse de su apariencia. La denuncia social se pierde entre el mar de chistes vulgares de los reyes feos que acompañaban el trayecto, tomando el micrófono para hacer reír a todos con chistes sexistas.  Los mensajes de denuncia por las acciones arbitrarias del Consejo Superior Universitario liderado por el rector Murphy Paiz también fueron escasos, únicamente una carroza lo incluyó en sus denuncias.

La mayoría de encapuchados que pertenecen a Comités de Huelga caminan sin hacer nada, algunos bebiendo cerveza, otros formando parte del grupo de “orden”, caracterizado por portar bates de béisbol y gorros pasamontañas para ocultar su identidad.

Foto: David Toro

Los comités de Ciencias Económicas e Ingeniería hicieron un ritual particular: los encapuchados jalan a mujeres jóvenes del público para saltar una cuerda, el cántico que realizan es vulgar y misógino, todos alrededor ríen, es evidente la molestia de muchas mujeres que participan únicamente por miedo a los encapuchados que las jalan de los brazos para que sean parte de su desfile.

Este año los comités de Huelga perdieron el apoyo de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) a quien le corresponde la organización del evento, según los estatutos  de la asociación. Los dirigentes de AEU no están de acuerdo con los cobros ilegales de parqueos y acciones violentas que realizan los líderes de la Huelga año con año, gente ligada a la comisión transitoria que  cooptó la AEU durante años 90. La AEU quedó fuera de toda actividad de Huelga y no realizó ningún evento paralelo, se limitaron a pronunciarse  en redes sociales. Lenina García y otros miembros de AEU fueron objeto de insultos dentro de la Huelga, ataques carentes de fundamentos que no sean otros  ligados al insulto misógino y a la superficialidad.

Familias completas esperaban el arribo de la Huelga en las orillas de las calles de la Sexta Avenida, pero el poder de la denuncia satírica nunca apareció. Este se perdió hace ya varios años en el concierto alcohólico y violento del capitalino rudimentario y facilón.

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