Créditos: Mario Estrada. Foto: Emisoras Unidas
Tiempo de lectura: 2 minutos

19 de abril del 2019

Es un tema sumamente grave. Ofrecer control de puertos y aeropuertos a los carteles de la droga a cambio de unos millones de dólares para campaña electoral, solo habla de un país que se encuentra enlodado hasta los tuétanos. Es ofrecer la infraestructura a cambio de cacahuates. De acuerdo con la información filtrada por el gobierno de los EEUU, se habría ofrecido junto con el control de esas instituciones, la presencia de gente de los carteles en gobernación y defensa, no dice si ya están o si serían nuevos fichajes. A la gran puta.

Mario Estrada. Foto: Emisoras Unidas

Lo peor de todo es que Mario Estrada no es el único candidato acusado de tratos con los carteles del narco. Estamos ante lo que se puede desde ya calificar como las narco-elecciones del narco-estado de Guatemala. En entrevista realizada por 502  pocos días antes de la captura, el ahora preso, negaba todos los señalamientos de narco, que por lo demás eran públicos.

El tema es gravísimo. Es la confirmación absoluta del nivel alcanzado por el narco en nuestro país. En el pasado reciente ya se dijo de las relaciones entre la Reina del Sur como financista de  la pareja Perez-Baldetti. Se ha dicho mucho sobre la relación entre el Fantasma y el hijo del vicepresidente, de la misma manera, se habló hasta el cansancio de la relación entre el Chamalé con Gloria Torres.  Baldizón está detenido en los EEUU por vínculos con el narco. La lista sigue.

En todos los casos los señalados solo demandan pruebas, pues dicen, todo es intriga o campaña negra. Mientras las pruebas llegan, de la mano de los gringos, aunque nos duela, el MP continúa vigilante. La CSJ esperando reelección. El TSE cumpliendo con la ley y sobre todo, la presunción de inocencia. En pocas palabras la legalidad en Guatemala pende de un hilo o mejor, se encuentra en trapos de cucaracha. Estamos en nadando en un estercolero y con la orilla lejos, bien lejos.

COMPARTE