Créditos: Stef Arreaga
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Por Stef Arreaga

26 de noviembre de 2018

“Los hombres vestidos de mujer, siempre serán hombres”, fue una entre tantas expresiones de las que fueron víctimas las participantes de la Asociación Gente Positiva en la marcha de conmemoración por el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer. Incluso, una de las organizadoras de dicho evento, miembra del Sector de Mujeres, les invitó a retirarse de dicha actividad, según denuncias públicas que hicieron algunas de ellas.

En una entrevista vía telefónica, Aldo Dávila, coordinador de la Asociación Gente Positiva, comentó por qué decidieron retirarse de la marcha el  25 de noviembre:

Fotografía: Stef Arreaga

Siempre hemos sido respetuosos de la organización y el orden para la realización de la marcha.  Asistimos a 11 reuniones de planificación, en estas reuniones acordamos, como en otros años, que las organizaciones mixtas van atrás y que el primer bloque es sólo organizaciones de mujeres.  Así lo hicimos, íbamos hasta atrás, pero las cosas se salieron de control a tal punto que fuimos víctimas de humillaciones, gritos y de discriminación.

En redes sociales, Aldo publicó:

Gabriela Dávila de la misma asociación dijo:

Fue un momento lamentable, porque nosotros asistimos a todas las reuniones preparatorias, acordamos que las organizaciones que llevaran hombres y mujeres, irían como grupos mixtos en la parte de atrás.  Al percatarnos de que Comité de Unidad Campesina (conformado por hombres y mujeres) iba adelante, les pedimos que fueran en el bloque de atrás y amablemente dijeron que sí.  Sin embargo, la compañera se molestó y preguntó por qué los estaban sacando de su lugar; la del CUC le dijo que no le habíamos hablado mal y que habían accedido sin problema. Pero ella se descontroló, a tal punto que le dijo a Aldo que era un “macho”, cuando él más bien estaba mediando.  Mientras esto se daba, algunas personas de organizaciones sociales y campesinas comenzaron a hacer bullyng a las mujeres trans, ellas finalmente nos dijeron que mejor nos retiráramos de la marcha.

Cabe mencionar que la Asociación Gente Positiva, fue excluida de la Coordinadora 8 de Marzo, por no ser una organización de mujeres. Sin embargo, sí han sido parte de la Coordinadora 25 de Noviembre, conformada por al menos 25 organizaciones.

En la entrevista, también mencionaron que ayer, en dos ocasiones fueron víctimas de intimidación por carros particulares; uno de los pilotos se bajó y gritó violentamente en contra de las mujeres trans.  Según Gabriela Dávila, solamente las organizaciones UNAMG y OTRANS, les respaldaron.

Stacy Velásquez, Coordinadora para la Red Latinoamericana de Mujeres Trans, en su cuenta de Facebook escribió: “Ese sistema patriarcal heteronormado de mujeres feministas que organizan esta caravana… El día de hoy las mujeres trans recibimos un ataque fatal, que terrible es que el sector de mujeres reconozca a machos en sus filas y no a mujeres trans, qué asco me dan esas acciones y discusiones que se dieron en el orden de la caravana, porque para eso nos reunimos como coordinadora 25 de noviembre”. En esta publicación, Velásquez ha recibido no solamente apoyo en contra de estas agresiones, sino también otras personas han mostrado su repudio frente a la exclusión de trans, recalcando que el feminismo es la lucha por la igualdad de la mujer y sus derechos y que esto no puede traducirse como una excusa para discriminar a otros, especialmente a otras mujeres, incluyendo a las mujeres trans.

Tita Godínez, del Sector de Mujeres y de la Coordinadora 25 de Noviembre, comentó a este medio que prefiere abstenerse de dar declaraciones y hacer comentarios en torno a esta situación para no profundizar en cosas personales que quizá no valgan la pena mencionar. Sin embargo, también hizo saber que luego de trasladar esta situación a sus compañeras del Sector de Mujeres, va a hacer una carta de forma personal la cual compartirá públicamente.

Este hecho abre la posibilidad para las organizaciones de mujeres en Guatemala. Si las mujeres trans tienen derecho a ser aceptadas como tales, se podría asumir como el fin de la binariedad de los géneros. Plantea una encrucijada que se puede enfrentar si estamos abiertas al cambio, para empezar, haciéndonos la preguntas como ¿qué es ser mujer? Y para responderla podría ser desde posturas no escencialistas sino desde posturas más abiertas a los cambios que la sociedad ha ido teniendo en este sentido.

Los derechos de las personas transexuales implican complejas negociaciones en todos los ámbitos, que tienen corta data. Por lo que este hecho podría dejar una experiencia de más aprendizajes, en vez de rupturas.

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