Texto y fotografía: Rony Morales
12 de Septiembre 2018. Las autoridades indígenas y ancestrales, mayas, xinkas y garífunas, se pronunciaron por la grave situación del país. Mostraron apoyo a la comunidad q’eqchi’ y kaqchikel, que promueve un amparo para recuperar su derecho a la propiedad de sus tierras históricas. A la vez pidieron al Sistema de Naciones Unidas “autorizar la instalación de la sede de dicha Comisión con un contingente de Cascos Azules, en cualquiera de nuestros territorios, por ser nosotros los legítimos herederos del mismo, en donde se les proveerá de la seguridad necesaria conforme a nuestros propios sistemas”.
También respaldan las luchas de las diferentes comunidades y organizaciones en todo el país. Para Rigoberto Juárez, autoridad maya, este proceso de expresiones democráticas de legítima resistencia y manifestación pacífica, asumidas por la sociedad guatemalteca ante esta crisis política, se hace con tal de rechazar las actitudes prepotentes y abusivas de Jimmy Morales para respaldar y consolidar la corrupción, la impunidad, el tráfico de influencias, y oscuras fuerzas del poder paralelo que se sienten amenazadas con el trabajo realizado por la CICIG.
“Para erradicar la corrupción y la impunidad en Guatemala, damos a conocer nuestra propuesta de apoyar el ingreso de Iván Velásquez Gómez, jefe de dicha comisión, a cualquiera de nuestros territorios, por ser nosotros los legítimos dueños y herederos de estos, donde promoveremos la seguridad necesaria conforme a nuestros territorios.
Reiteramos el llamado a todas las organizaciones sociales, campesinas, mujeres, jóvenes, profesionales, para articular esfuerzos y hacer valer nuestros derechos y luchar por un país libre de corrupción, impunidad y tráfico de influencias.”
Afirmaron su compromiso en la lucha contra la corrupción y la impunidad, exigiendo al gobierno la abolición total del ejército, por ser innecesario. “Manifestamos nuestro apoyo a las marchas pacíficas indígenas y campesinas que se realizan en contra de las estructuras que promueven la corrupción y la impunidad”.
“A la madre tierra, según hemos visto, estos conflictos están determinados en Guatemala por los continuos procesos históricos de usurpación de tierras y de explotación de unos grupos sociales sobre otros”. Esta es la disputa del derecho histórico de las poblaciones indígenas por la tierra, el territorio, contra el derecho que se atribuyen los propietarios terratenientes en función de la propiedad de la tierra respaldada por el Registro de la Propiedad.
