El orgasmo del gol: Inglaterra ganó porque tuvo más oficio futbolístico

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Créditos: ensenadaonline.ne
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por: Pedro Alexander Cubas Hernández – Historiador, Profesor de Historia y Ensayista cubano

Colombia e Inglaterra volvían a encontrarse en Copas del Mundo. La primera vez fue en 1998 y los “Pross” derrotaron a los Cafeteros. En aquel partido estuvo el actual Director Técnico inglés Gareth Southgate como reserva. De cara al partido contra los colombianos el estratega anglosajón alineó a su once titular presentado desde el primer día: en este caso, el interior diestro Dele Alli volvió a la titularidad después de dos partidos sin jugar pues su lugar fue ocupado por Ruben Loftus-Cheek. El esquema de la “pérfida Albión” mostraba a tres defendiendo en el fondo, un volante de marca, una línea de cuatro jugadores (que mezcla dos interiores y dos carrileros) y una pareja de atacantes. Néstor Pekerman mantuvo su base de titulares especialmente en la defensa; pero ante la baja de su estrella James Rodríguez decidió colocar más músculos en el centro del campo, es decir, alineó a Jefferson Lerma junto a Carlos “La Roca” Sánchez y Wilmar Barrios. Así la responsabilidad de la creación sería cosa de dos jugadores talentosos y el ataque sería para el ariete y capitán del conjunto.

Fotografía: ensenadaonline.ne

En el campo del Spartak moscovita, Inglaterra llevó la mejor en el primer tiempo creando ocasiones que pudieron colocar el marcador a su favor: un testarazo por encima del larguero ejecutado por el capitán Harry Kane (Man of the Match) a centro de Kieran Trippier. Este mismo jugador tuvo un chance con pelota quieta; pero la comba de su lanzamiento se abrió hacia afuera. A pesar de la presión inglesa hubo momentos en que Colombia se estiró al ataque y tuvo muy pocas opciones claras para definir. Lo mejor de los sudamericanos pasaba por las piernas de “los Juanes”: Juan Fernando Quintero (fue suya la mejor ocasión) y Juan Guillermo Cuadrado, que procuraban a Radamel Falcao García. Una cosa negativa para destacar es las grescas entre jugadores, en las cuales el árbitro norteamericano Mark Geiger no mostró la firmeza requerida y amonestó más colombianos que ingleses. En los comienzos de la segunda parte se trabó el partido con constantes faltas, una de ellas fue cometida por Sánchez sobre Kane durante el lanzamiento desde la esquina (levantado por Trippier), que Geiger percibió y sancionó como pena máxima. Kane chutó con potencia mientras el portero David Ospina jugó hacia el lado contrario. Después volvió el tono físico en el partido con constantes faltas hasta que comenzó un momento intenso de toma y daca, en el cual Colombia fue creciendo con los ingresos de Carlos Bacca, Mateus Uribe y Luis Muriel. Pero la ocasión del empate la desperdició Cuadrado al rematar alto tras haberse aprovechado de un error en la salida de balón del stopper Kyle Walker. Ya en el tiempo añadido Colombia obtuvo el premio a su esfuerzo tardío: Uribe remató de larga distancia y obligó a lucirse al cancerbero inglés Jordan Pickford, que sacó el balón por la línea final, Acto seguido, Cuadrado levantó desde la esquina y Yerry Mina cabeceó picado a la red para poner las tablas en el marcador y forzar la prórroga: en la primera parte, los Cafeteros atacaban y no paraban de crear peligro; pero faltaba afinar la puntería para definir; y en la segunda, los ingleses arrancaron mejor y Danny Rose disparó demasiado cruzado buscando el palo largo un pase del volante central Jordan Henderson; y después Eric Dier cabeceó libre de marca por encima del pórtico. No quedó más remedio que cobrar desde el punto de penalti: Falcao, Kane, Cuadrado, Marcus Rashford, Muriel, Trippier y Dier cumplieron. Ospina detuvo el tiro de Henderson, Uribe la mandó al travesaño y Bacca vio como Pickford se lucía parando su remate “a mano cambiada” para festejar la victoria luego de haber perdido tres tandas anteriores (1990, 1998; 2006). Detalle: sus victimarios en orden consecutivo (Alemania, Argentina y Portugal) ya están fuera de esta Copa, lo cual les dio mucha moral para citarse con la rocosa Suecia en los cuartos de final. Y Colombia se fue a casa con la cabeza erguida; aunque las individualidades le faltasen a la hora cero. En estos topes de matar o morir el oficio pesa mucho y a los ingleses le sobra… y no es porque hayan “inventado” en fútbol, sino porque lo saben jugar con categoría. Además, en este torneo orbital con el intuito de mostrarse más competitivos han puesto en práctica algunas actitudes siempre criticadas por los códigos de ética (no escritos) del fútbol británico: simulaciones, protestas airadas, camorreo. ¡Vivir para ver! Así dirían el incombustible Daniel Passarella y otros que tanto los admiran.

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