Créditos: Internet.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por: Lucía Ixchíu

“Te vamos a contar”, es una oportunidad de reconstruir la historia y hacer memoria  a partir de los fragmentos de vida de Carolina y Carlos, siendo una conversación hecha libro, llena de anécdotas y sentimientos, llena de historias que se cuentan con el cuerpo, más allá de la pose y el discurso.

Sin duda el testimonio de Carolina es un valioso aporte para la construcción de la lucha de las mujeres en el país, historia que se nos ha negado histórica y estructuralmente. La lucha y aportes de muchas mujeres indígenas y mestizas, han buscado cambios para el país y esto ha sido fundamental, sin embargo sigue siendo la historia del silencio.

Mucho se ha dicho de las luchas que libraron comunidades completas en su defensa por la vida durante la guerra, “Te vamos a contar”, es un regalo que comparte las historias desde dentro de las heroicas Comunidades de Población en Resistencia (CPR) y sus hazañas por salvar la vida y vivir en comunidad en medio de la guerra, afortunadamente pude imaginarlo todo, pude soñar estar ahí en medio del baile, del dolor y la esperanza de un mejor país, pude estar sentada durante la tarde de talentos observando los puntos artísticos durante la fiesta, en medio de la función de títeres, queriendo yo ser parte del show, porque el ideal y el sueño de vivir con acceso al arte sigue vivo en nuestras luchas por la defensa de la vida y del territorio.

Poder leer las historias de muchas personas que ya no están con nosotros, poder saber que en esta parte de la historia hubo dignidad, hubo cariño, hubo complicidad, hubo amistad, siempre abona a la esperanza.

No voy a negar que la guerra me duele mucho, que no la viví directamente, que no me fui a la montaña, no perdí a un ser querido, pero he vivido como generación todos sus efectos, todas su herencia contrainsurgente, somos pueblos mutilados, desaparecidos, ensangrentados.

Los sacrificios personales fueron muchos y se pagó con ellos un precio muy alto, afortunadamente existen estos relatos, estas narraciones que dejan evidencia de la historia de mujeres y hombres tan normales como yo, pero extraordinarios, los sonidos de la marimba acompañaron esa lucha por la vida, por la igualdad.

Sin duda que también es un relato crítico que no cae en la idealización de lo que se construyó, al contrario, evidencia las jerarquías y las realidades autoritarias y faltas de sensibilidad de algunas de las comandancias, en fin siempre pasa con las relación de poder que fueron nocivas dentro del movimiento revolucionario.

Cito textualmente este hermoso texto, que para mí es un verso revelador

“Pensé que eso sucedía con frecuencia, los seres anónimos, los que cambian las situaciones sociales pasan desapercibidos, de incógnito, esos son los valientes hombres y mujeres que calladamente se entregan a una causa, dando y dando sin parar, esforzándose, compartiendo”.

Me parece importante y vital para la reconstrucción de la historia del país, que este libro se haya construido con un  relato intergeneracional que expone dos miradas de la realidad vivida y compartida, invito a leer “Te vamos a contar”, para los amantes del relato popular y anecdótico, lleno de frases con las que conectamos. Sin duda la mirada de la mujer en la guerrilla, como actora y sujeta política de su historia, es algo que siempre voy a admirar, gracias Carolina.

Siempre me he sentido inspirada por la gente sencilla que hace cosas extraordinarias, mujeres y hombres comunes, de a pie, gente normal, que desafió la realidad del hambre, del frío o calor, del miedo, de la huella dolorosa de la guerra y decidió hacer algo, cambiar la historia de este país por medio de acciones, que se negó a conformarse y que  incluso murió en el proceso, gente anónima que murió por las más nobles acciones de germinar la vida en este país, una de esas paradojas increíbles, morir para dar la vida.

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