Día 16: Héctor Rosada “de lo sucedido a los hermanos Molina Theissen tuvieron conocimiento el Jefe del Estado Mayor, el director de inteligencia y los comandantes de la zona militar de Quetzaltenango”

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Créditos: Juan Calles.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Texto y fotografías: Juan Calles

Se llamó a declarar a Héctor Rosada, experto en temas militares, en la sala un silencio pesado permitió escuchar los pasos de Rosada al acercarse a su lugar frente al Tribunal. Hoy daría su declaración sobre el funcionamiento de las zonas militares con énfasis en la zona militar de Quetzaltenango, en donde estuvo secuestrada Emma Guadalupe Molina Theissen.

Rosada inicia su declaración leyendo las conclusiones de su investigación, seis conclusiones que confirman una vez más que los acusados por el puesto que ocuparon en la fecha de los acontecimientos que hoy se enjuician, tienen responsabilidad en lo sucedido a la familia Molina Theissen.

“El canal de inteligencia era exclusivo de la inteligencia militar con uso exclusivo de los comandantes” afirmó el experto para explicar que los interrogatorios violentos como los que sufrió Emma Guadalupe, son de vital importancia para la inteligencia, pues de allí obtienen su materia prima, que es la información. Por lo tanto los comandantes sabían lo que sucedía en la zona militar de Quetzaltenango.

Tras las preguntas del representante del Ministerio Público (MP) fue explícito y categórico al asegurar que “de lo sucedido a los hermanos Molina Theissen tuvieron conocimiento el Jefe del Estado Mayor, el director de inteligencia y los comandantes de la zona militar de Quetzaltenango”

Las historias de horror que se vivieron en los años 80s son conocidas por todos y todas las guatemaltecas, durante su declaración Héctor Rosada confirma ese horror, confirma que los militares de esa época aplicaron la guerra contrasubversiva contra toda la población guatemalteca que no se adhería a sus ideas y doctrinas. Al explicar el funcionamiento de la inteligencia militar Rosada afirma: “Para lograr sus objetivos la inteligencia militar usó grupos de sicarios anónimos que usaron violencia extrema en contra de la población.”

Otro Mal día para la defensa

Cuando llegó el turno de los abogados de la defensa técnica de los militares acusados, lanzaron preguntas boomerang que les regresaban a golpear su pecho; Héctor Rosada respondió algunas de las preguntas con frases cortas pero rotundas, por ejemplo, cuando el abogado defensor Waldemar Leonardo con tono ceremonioso y acartonado preguntó a Rosada:

–  ¿En su estudio de documentos militares encontró referencias a violar derechos humanos?

– Héctor Rosada: ¡En todos!

Al tomar la palabra el abogado Jorge Lucas Cerna pregunta:

– ¿El jefe del Estado Mayor del Ejército (Benedicto Lucas) podría dar una orden por sobre el ministro de la Defensa?

-Rosada: SI, Según mis estudios e investigaciones así funcionaba el Ejército durante la guerra.

Después de muchas preguntas objetadas por los querellantes y llamadas de atención del juez Xitumul, Lucas Cerna consiguió formular una pregunta más:

-¿Por qué afirma usted que el jefe del Estado Mayor del Ejército ordenó el secuestro y desaparición de Marco Antonio Molina Theissen?

-Rosada: “Yo no afirmé que el jefe del Estado Mayor del Ejército ordenara la desaparición de Marco Antonio Molina Thiessen, yo dije que es lógico que la información tuvo que llegar a él”

Lucas Cerna decidió no preguntar más.

Héctor Rosada tuvo la oportunidad de narrar como se convirtió en experto en temas militares, su amistad con militares y el rigor de sus investigaciones lo llevaron a obtener información privilegiada con la que ningún otro estudioso cuenta. De la misma manera lamentó que dos de sus conocidos y amigos estuvieran como acusados en este juicio, pero “El que la debe la paga y eso lo decidirá este tribunal” concluyó el experto.

Una necesaria medida disciplinaria

Durante la declaración de Rosada, una señora familiar de los acusados, hacía muecas de desacuerdo y en algunos momentos reía ante las declaraciones, el juez Pablo Xitumul pidió a la señora que no se permitía ese comportamiento en el Tribunal; las burlas continuaron por lo que el juez pidió que la señora fuera expulsada del Tribunal.

La persona despedida es la misma que elevó los brazos al cielo en una oración mientras los abogados de la defensa presentaran la recusación contra el juez Xitumul.

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