No me digan exagerada feminista o furibunda radical

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Créditos: otrasvoceseneducacion.org
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por: Jessica Isla

No me digan exagerada feminista o furibunda radical cuando leo que una niña de 19 meses fue violada y encontrada en la basura. Cuando imagino el dolor de esa niña; sus gritos sin respuesta; su inagotable capacidad de supervivencia.

No me digan exagerada cuando exija a gritos que encuentren a su violador y le den cárcel de por vida en un país que trata a sus niñas como seres desechables. Un país donde hombres apañan a otros hombres y hay mujeres que creen que usar escote es violencia hacia ellas porque “provocan” a sus parejas. Donde los fundamentalismos religiosos aprueban y justifican estas violencias: cállese; obedezca; usted lo provocó. Donde tipos toman fotos a sus sobrinas de menos de 5 años y publican como las van a violar, porque no se pueden “contener”. No me digan exagerada cuando invoque un conjuro que los deje impotentes. Es más; deberíamos sumarnos todas a ese conjuro, porque no, no son enfermos; son hijos sanos del patriarcado.

No me crean exagerada al leer en la noticia que la niña era cuidada por otra niña y con una madre ausente. Del padre, del violador o violadores no se dice nada. Solo existe el hecho, en tercera persona, como bajado del cielo. Los omniscientes del Patriarcado, nadie los nombra pero se sabe que ellos son. Eso y saber que nosotras tenemos la culpa de lo que nos pasa; total, no nos cuidamos, total, para que traemos más mujeres al mundo.

Se nombra la violación como un hecho fortuito, como quebrarse el pie o la clavícula. Pues no es así. Son hombres quienes planifican y ejecutan una violación para luego decidir si la víctima en caso que sobreviva; merece vivir o por lo menos merece ser dejada en la basura. Tan pequeñitos, se creen dioses jugando a la vida y la muerte, pero no cuentan como en Ixquic en Xibalba con nuestra capacidad de pervivencia y trascendencia. Donde una cae, aparecen más como la cabeza de la Hidra. Porque legamos nuestra rabia, nuestra impotencia, pero también nuestras rebeldías.

Fotografía: otrasvoceseneducacion.org

No me digan exagerada por insistir una y otra vez sobre lo mismo hasta el cansancio: Toda insatisfacción masculina se paga con el cuerpo y la vida de las mujeres, eso no lo digo yo, lo dicen las cifras que reportan más de 100 muertes violentas de mujeres del 1 de enero al 8 de marzo de 2018 (sin contar las morgues móviles) expresó la Directora de Medicina Forense.

No me digan exagerada por exigir justicia en un país que no la da. Entonces toca seguir gritando hasta que se escuche, en un grito continuado que abarque tiempos y espacios indefinidos; generaciones.

No exagero al decir que sobrevivimos en un país donde existe una guerra contra las mujeres capitaneado por hombres de cualquier tipo y extracción social. Un país donde nos toca levantarnos y encontrar formas de defender a nosotras y a las otras; porque ya no queremos ser las víctimas de no se que ritual propiciatorio patriarcal. Me niego a ser carne de cañón. Deberíamos negarnos todas.

No me digan exagerada cuando diga que soy bruja; a mucha honra y convoco a todas y cada una a irnos de cacería…

#exagerada

#sentidosalterados

#caceriadevioladores

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