Petén: logran que se abra una escuela como resarcimiento por racismo y discriminación

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Créditos: Elmer Ponce.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Texto y fotografías: Elmer Ponce

El 25 de julio del presente año se inauguró la Escuela Indígena de Desarrollo Rural Integral en el caserío La Esperanza, La Libertad, ante autoridades educativas del departamento y del pueblo maya q’eqchi’, entre otras personas asistentes.

Esta escuela nació como resarcimiento del Estado por un caso de discriminación, al negar la participación directa de los representantes de los pueblos indígenas en el Consejo Departamental de Desarrollo (Codede) de Petén. Las gestiones del proceso de seguimiento a la petición de resarcimiento fueron llevadas a cabo por la Asociación Campesina de Desarrollo Integral de Petén (ACDIP).

El terreno destinado para ello mide 32 manzanas. Dichas instalaciones comprenden un módulo habitacional y uno educativo, una vía de acceso, las instalaciones hidráulicas y sanitarias y un pozo mecánico. La obra tuvo un costo en su primera fase de Q2, 599,500.00.

Según Ana Isabel Caal, representante titular del pueblo maya q’eqchi’ “esto fue derivado del resarcimiento por discriminación al no permitirle la participación en asuntos en beneficio de los pueblos indígenas de esta zona”. Se refirió a todo lo que tuvo que pasar y vivir en el siguiente relato:

“Nosotros como pueblos indígenas por décadas hemos estado exigiendo que seamos tomados en cuenta. ¿De qué forma?, con nuestras ideas, nuestras propuestas, que están formuladas específicamente en la Política Nacional de Desarrollo Rural Integral que tiene más de diez años de estar formulada. Tenemos también una iniciativa de ley de Desarrollo Rural Integral que está estancada en el Congreso, ya que no ha habido voluntad para aprobarla, por la misma causa: como son propuestas de los pueblos indígenas no les dan la importancia”.

Continuó explicando las luchas que han realizado, exigiendo que el presupuesto del Codede de Petén sea basado y aprobado en la política de desarrollo de los pueblos. Sin embargo, saben que en estos espacios hay intereses particulares, por lo que fueron excluidos y discriminados. En las reuniones del Consejo les han permitido participar solo como oyentes y no como ponentes, por no tener acreditación, a pesar de haberse identificado como titular, suplente y representantes del pueblo q’eqchi’. Dijeron que era preciso y necesario que tuvieran una acreditación por medio del Ministerio de Cultura y Deportes, sin embargo no se las proporcionaron.

“El mismo Estado no cumplió con los requisitos que debía de cumplir. Nos exige y a la vez nos está negando nuestra participación, esto sucedió en 2011 con la aprobación del presupuesto del Codede para 2012. Nosotros no estuvimos de acuerdo con la aprobación de dicho presupuesto, luego de esta mala experiencia, pusimos una demanda, se presentó un amparo en la sala de apelaciones en Poptún, demandando que se nos violentó el derecho a la participación como pueblos indígenas y que nosotros no estábamos de acuerdo con el presupuesto. La sala emitió un fallo a nuestro favor, ya era necesario sentar precedentes.

Lo elevamos (la demanda) a la corte de Constitucionalidad y gracias a la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, que nos dio acompañamiento, luego de cinco meses de lucha, el 12 de diciembre de 2012 la corte emitió un fallo resolviendo a nuestro favor, diciendo que hubo discriminación, exclusión y que se resarciera por negar la participación al pueblo en dichos espacios.

Luego nos presentamos al Codede de Petén con el fallo de la Corte y nos preguntaron si queríamos dinero, en este caso a su servidora como Ana Izabel Caal, y dijimos no, nuestra postura fue “queremos educación, educación sobre la política de desarrollo”. Fue entonces que surgió la idea de pedir una Escuela de Desarrollo Rural Integral, donde se formen, fomenten y mantengan nuestras costumbres, encaminadas al verdadero desarrollo, una escuela Indígena.

Casi cinco años después estamos inaugurando esta escuela que funcionará para los pueblos indígenas de Petén, no solo q’eqchi’ sino para todas los demás pueblos que residan en el departamento. Esta es la lucha del pueblo, no es un beneficio del Estado, no es una escuela más, como muchos podrían verla”, puntualizó Caal.

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