Créditos: Mauro Calanchina
Tiempo de lectura: 2 minutos

Texto: Factor Méndez Doninelli

Fotografías: Mauro Calanchina

Próxima a cumplir 100 años de existencia, es la máxima expresión estudiantil organizada de la Tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala, la Asociación de Estudiantes Universitarios AEU “Oliverio Castañeda de León”, que por ahora se encuentra sumida en una profunda crisis de identidad. El siglo pasado durante la aplicación del proyecto contrainsurgente, la AEU y sus dirigentes fueron un objetivo de la represión oficial del sistema, muchos de sus jóvenes líderes sufrieron represión, persecución, cárcel, tortura, exilio, desaparición forzada e involuntaria y ejecución extrajudicial.

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Después de la invasión contrarrevolucionaria de 1954 y la aplicación de estrategias contrainsurgentes dirigidas a desarticular todo tipo de organización social, esta tuvo resultado, a mediados de la década 1980, la AEU fue cooptada, mediatizada, neutralizada y puesta al servicio de intereses espurios, oscuros, perversos y ajenos a las reivindicaciones y propósitos gremiales del estudiantado.

Hace más de dos décadas que AEU fue copada por grupos integrados por lacayunos de élites, militares y crimen organizado, infiltrados para desviar y desvirtuar la historia y acción beligerante de esa longeva y próxima centenaria asociación universitaria, por cierto, en reconocimiento a su trayectoria beligerante, fue galardonada con la máxima condecoración nacional, la Orden del Quetzal, otorgada por el Gobernante Alfonso Portillo.

AEU nace en 1920 al calor de las luchas populares contra las dictaduras militares. Antes que fuera asaltada y paralizada por las huestes citadas, siempre tuvo gran capacidad de convocatoria estudiantil y social, en reiteradas ocasiones movió el piso de varios Gobiernos ilegítimos y de dictaduras militares. Siempre a la vanguardia de las luchas populares, además del liderazgo estudiantil, gozaba de amplio reconocimiento social, sobre todo por sus actos consecuentes con los sectores históricamente marginados, desposeídos, excluidos, reprimidos y su acción a favor de intereses populares. Todo eso se perdió, los principios, valores, mística y beligerancia que hace 97 años inspiraron a sus fundadores.

También en Usac soplan vientos de depuración, varias asociaciones estudiantiles independientes de la actual AEU, están reclamando convocar a elecciones para integrar la dirigencia de esa asociación, pero en tal propósito han encontrado tropiezos de todo tipo. Recientemente la Coordinadora Estudiantil Electoral Universitaria CEEU y Asociación Estudiantes Escuela de Trabajo Social, reclamaron al Rector, Carlos Alvarado Cerezo, la actitud del Consejo Superior Universitario CSU que se resiste a autorizar la entrega del padrón estudiantil. Algo huele mal, ese tipo de negativas dan lugar a pensar que probablemente algunos funcionarios universitarios (profesionales y estudiantiles) tienen temor a que se concreten las elecciones estudiantiles para elegir a los nuevos dirigentes de AEU.

Como un reflejo de lo que ocurre a nivel nacional con la lucha contra la corrupción y la impunidad, al interior de USAC la comunidad universitaria y en particular los estudiantes siguen haciendo graves señalamientos en contra de autoridades universitarias, reclamando una reforma universitaria y solicitando al Ministerio Público MP y a Comisión Internacional contra la Impunidad CICIG, que investiguen la presunta corrupción e impunidad que aseguran existe en esa máxima casa de estudios superiores.

La academia no debe ser reflejo de la corruptela e impunidad que observamos en los tres Poderes del Estado. Los estudiantes deben continuar su lucha por la reforma, recuperación de AEU y expulsión de las mafias incrustadas.

Fuente: La Hora

 

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