Quiché: proteger los bosques es un peligro para las comunidades K’ich’e

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Créditos: Cortesía.
Tiempo de lectura: 5 minutos

Por: Nelton Rivera

El motor forzado de un camión alertó a la población, su ruido indicaba que una carga grande y pesada estaba trasladando, un camión blanco con franja negra apareció, sobre su área de carga traía unos enormes troncos de árbol recién talados, la alerta se corrió inmediatamente entre la población y  las autoridades comunales salieron al encuentro de este camión.

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En el centro del municipio del Quiché fue detenido, las autoridades comunales conversaron con el chofer y confirmaron nuevamente uno de sus temores y preocupaciones, otra vez, una de las empresas está talando y trasladando madera de forma ilegal, las autoridades estatales fueron citadas, llego DIPRONA y otras, revisaron la papelería que el camionero tenia, los permisos no coincidían con los tipos de madera que transportaba, ni con la cantidad, algo estaba mal.

Un día antes el 25 de noviembre, las autoridades comunales estuvieron en la montaña, en una de las fincas en donde están talando madera ahí se registró otro incidente por la tala inmoderada que están haciendo del bosque, Aura Lolita Chávez lideresas maya K’ich’e dijo: “Realmente aquí se nos está complicando a las comunidades que enfrentamos la presencia de las empresas taladoras de árboles, la conflictividad que están generando se incrementa cada día…”

El día 26 de noviembre, solo unas horas después otro camión estaba intentando sacar madera, la población lo detectó y dio aviso a las autoridades comunales que se encontraban en una asamblea, Lolita nos comentó que prácticamente por el problema con los empresarios madereros, ellos y ellas, las autoridades, tienen que estar en asamblea permanente.

“Estábamos en asamblea documentando las amenazas, agresiones e intimidaciones que están sufriendo en las comunidades por parte de sicarios, que llevan los mensajes de las empresas exigiendo que la gente deje de cuidar los bosques y que al contrario les ayuden, o les vendan sus tierras, cuando nos llamaron que otro camión había sido detenido porque estaba transportando madera.” Lolita Chávez.

Esta vez el camión, la madera y el chofer quedaron consignados, en otras casos los representantes de las empresas, o los mismos empresarios han logrado que sus vehículos, la madera y los trabajadores salgan pagando fianzas, las denuncian se archivan, y en finalmente no pasa nada en ese departamento, actúan con impunidad.

Poco a poco la gente se fue acercando al centro en el parque de Quiché, cerca estaba el camión detenido, no pasó desapercibido su contenido, inmensos troncos, unos sobre otros, amarrados con unas enormes cadenas llamaban sin duda la atención de miles de personas que transitan por el parque.

Resulta que el responsable de la empresa es Valerio Pérez Chivalan quien se identifica con el CUI 1582291261403, y que la madera tenía como destino el Aserradero García en San Mateo Quetzaltenango, en un documento emitido por el INAB detalla que el camión debía transportar solamente Pino, pero las autoridades comprobaron que llevaba otras especies, el asombro de la gente fue encontrar que llevaban grandes troncos de un árbol llamado Pinus Tecunumanii o Pino Colorado como le llaman en Totonicapán, una de las especies de árbol que fueron declaradas protegidas junto al Pinabete, ambas son especies en peligro de extinción, esto lo tienen claro el INAB pero a pesar de esto siguen dando licencias.

La gobernación departamental recientemente contrato a una persona para que busque “resolver” la problemática de las empresas madereras con las comunidades, en un contexto de poca confianza de las comunidades hacia el gobernador departamental, contrario a esto no se ha tomado con responsabilidad un espacio de intermediación, resolución o dialogo que atienda las demandas de las comunidades, ponga fin a las amenazas y sancione a los responsables de provocar y promover la tala inmoderadas de los árboles.

Amenazas de muerte por defender el bosque

Lolita Chávez nos comentó que las amenazas de muerte en contra de muchas familias, autoridades comunales y a ella mismo como integrante del Consejo de Pueblos K’ich’e CPK se intensificaron en los últimos meses, las amenazas las hacen llegar a través de mensajeros, a quienes la gente identifica como ajenos a las comunidades en algunos casos, en otros son los mismos pistoleros de las empresas, gente armada que custodia los camiones o la seguridad de los empresarios.

Hay mucha preocupación en las comunidades, están obligando a las familias a vender la tierra en las partes altas de la montaña, incluso están llegando a ofrecer cantidades exageradas de dinero por la tierra para quedarse con las áreas que luego incluyen dentro de los programas de reforestación del INAB.

Las amenazas en contra de Lolita Chávez llegaron a tal extremo que los representantes del INAB del Quiche y sus trabajadores movilizaron a muchos beneficiaros de los programas a una marcha para exigir que a Lolita Chávez se le expulsara del departamento, la Gobernación tuvo información de esta acción, el Ministerio Publico también y no actuaron de oficio en contra de los organizadores de esta movilización.

La Procuraduría de los Derechos Humanos PDH no se presenta en las comunidades para documentar las agresiones o amenazas que están ocurriendo, incluso en momentos como este cuando sucede la detención de un camión con madera talada y transportada ilegalmente no se apersona ni siquiera al centro de la cabecera departamental.

Lolita nos comentó que fue hasta las 9 de la noche cunado un delegado de la PDH la llamó por teléfono para preguntarle sobre lo sucedido, prácticamente las instituciones del Estado en la región solamente facilitan, acompañan, protegen y promueven las acciones ilegales de estos empresarios.

Las comunidades K’ich’e y sus autoridades decidieron proteger los bosques

Las autoridades comunales y ancestrales en el departamento decidieron proteger los bosques, también el territorio de amenazas de empresas extractivas, ellos cuentan un día aparecieron las mineras, al otro día llegaron las hidroeléctricas, al tercer día era la interconexión eléctrica y sus torres, al cuarto día el cobro desmedido de un servicio malo y escaso de luz, al sexto y al séptimo nos tocó lidiar con la tala inmoderada de los árboles, la destrucción del bosque y la represión que reacción tienen los empresarios y el Estado. En resumen sus preocupaciones lejos de disminuir se acrecientan.

La tala inmoderada de los bosques en el departamento del Quiché tiene graves consecuencias para vida de las comunidades maya K’ich’e y la naturaleza, sumado al calentamiento global provocado por las principales empresas de los países desarrollados del mundo están poniendo en riesgo la vida.

Con el cambio de los ciclos naturales las tierras bajas están sufriendo el fuerte impacto de las sequias, los cultivos de autoconsumo de las familias se agrava, maíz, frijol y otros cada día representan retos mayores para poder cultivar y cosecharlos. Por otro lado la comida chatarra producida por empresas en este país, están invadiendo los mercados locales y las enfermedades como la diabetes, el cáncer y otras se están generalizando a ritmos alarmantes.

Los trabajadores del INAB por ejemplo tienen una fuerte campaña de desinformación, critican el uso de la leña en las cocinas de las familias en las comunidades, atacan abiertamente con sus discursos a los pequeños taladores de leña para cubrir el mercado local familiar y hacen eco de sus críticas en la zona urbana del centro de la cabecera departamental, criminalizando la lucha de las comunidades por defender el bosque.

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