noviembre 22, 2015

: 22 noviembre, 2015

Tiempo de lectura: 5 minutos Por Luis Ramirez, Estocolmo Voy a veinticinco kilómetros por hora en la bicicleta de mi mujer. Esta es una bicicleta eléctrica y la compramos con la ilusión de cuidar el medio ambiente. A decir verdad, nunca en mi vida he manejado tanto la bicicleta como en Estocolmo, pero esto es muy normal en una ciudad nórdica. Sueño con que las ciudades de Guatemala tengan esto también, ¡y lo tendrán!. Hago una primera escala en casa de Yuki, una amiga japonesa que necesita que le instale