Roberto Cabrera Padilla (Guatemala 1939-2014)
“Me formé durante el gobierno de Juan José Arévalo, mirando a la realidad y tratando de entender el misterio y la tragedia del pueblo indígena. Desde entonces realicé investigaciones y trabajé con jóvenes que querían saber dónde estaban parados”.
Por: Sergio Valdés Pedroni[1]
Destacado artista de la generación de los años 60, estudió en la Escuela Nacional de Artes Plástica y fundó con Marco Augusto Quiroa y Elmar Rojas el grupo Vértebra.
De aliento gráfico, a medio camino entre lo figurativo y lo abstracto, su obra se distingue por el uso del collage y la aplicación de materiales no convencionales, lo cual le atribuye una gran riqueza de texturas y un ritmo plástico inusitado. Óleo, acrílico, tinta, grabado, aguafuerte, xilografía, litografía… Cabrera puso las más diversas técnicas, soportes y materiales al servicio de una estética que interroga a la realidad y desafía al espectador. Muchas de sus piezas simulan pequeños mapas en relieve que desnudan la realidad y exaltan la mirada de los desposeídos.
Su concepción experimental del arte estaba en consonancia con una actitud crítica y la identificación con las lucha de los pueblos por la justicia social. “Un artista tiene que estar informado, de la actualidad artística y de lo que pasa a su alrededor. La formación tiene que ser integral y hay que cuidarse de las bienales, los compradores aprovechados y todo el mercantilismo privado, que le hacen daño al arte”.
Cada cuadro, cada collage, cada escultura de Cabrera es una indagación compleja en las identidades culturales que se dan cita en Guatemala. En cierto modo, toda su obra es una representación del sincretismo alucinado del país, de su tragedia histórica, y de la capacidad deslumbrante de la población para reinventarse, sumando influencias y experiencias disímiles y contradictorias. Y todo esto se refleja en los aspectos formales, ya que “es en la forma y en el conocimiento integral de la realidad donde están las herramientas del artista”.
“Me ponen diferentes etiquetas, pero yo sólo he querido ser consecuente con la realidad. Por eso he dedicado mucho tiempo a la investigación y al estudio. Tengo infinidad de libros de antropología, filosofía e historia. Mi arte siempre ha estado relacionada con esta búsqueda de comprensión de la realidad”.
La obra de Roberto Cabrera le atribuye a la vida herramientas para vencer la incertidumbre. Su nombre es inseparable de nuestra historia y nuestro porvenir como país.
Dos fragmentos de Roberto Cabrera:
Sobre Isidro Conwong, artista, pintor y escultor Costarricense[2].
“La simiente estética de Con Wong como la de todos los pintores de su género, no está en el arte de ninguna otra latitud histórica como la del arte prehistórico, medieval o primitivo.
Nada que ver, igualmente, con la artes y las industrias de los pueblos originarios o arcaicos que estudia la etnografía, desde las culturas tribales y cazadoras, a los pocos pueblos que como testimonio existen aún en Australia o el Amazonas, en momentos de su exterminio por las corrientes “civilizatorias” que poco a poco llegan a ellos para la explotación de las riquezas naturales en sus hábitats milenarios.
Mucho menos este arte tiene que ver con el otro, el llamado Arte con mayúscula de cualquier tiempo, supeditado a las influencias y corrientes del gusto aristocrático o burgués, de la demanda oficial o el mercantilismo privado.
Es otro arte surgido para otros fruidores que se encuentran sumergidos en la tradición y la vida comunitaria: es parte del verdadero arte popular o arte del pueblo, en donde la comunicación y la transmisión cultural, son todavía patrimonio del común, en un espacio social en que todos son al mismo tiempo creadores y recreadores.
Sobre su propio trabajo[3]
De la figuración expresionista en mis primeros dibujos, grabados y pinturas, al arte matérico abstracto/figurativo y al arte del collage, las técnicas mixtas, el decollage, el frottage, el assemblage y el arte de las instalaciones.
Más allá o más acá del arte de la pura visibilidad físico-cromática, hacia el arte de la idea y lo conceptual. Desde la primera modernidad a las intervenciones posmodernas; de lo local regional (Guatemala/Centroamérica) a la globalización y la Economía-Mundo. Del arte visual a la historia y la antropología. Y de aquí, al reconocimiento crítico de los derechos humanos en general y a la multiculturalidad y las identidades de nuestros pueblos indígenas multilingües.
Su casa, su lugar de creación, su espacio íntimo:
[1] Las citas del texto son de entrevista a Roberto Cabrera en rodaje, Guatemala octubre 2012. Las Fotografías de esta nota se tomaron por encargo del curador guatemalteco Emiliano Valdés Melendreras, con apoyo de Benvenuto Chavajay, artista contemporáneo y discípulo del maestro Cabrera).
[2] Blog de I. Conwong.
[3] Catálogo de exposición.