Somos el país que no existe y el asesinato de Ramón Choc

COMPARTE

Créditos: Redes sociales.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por: Rony Morales

Ramón Choc Sacrab era maya Q’eqchi´, desde hace cuatro años tenía amenazas de muerte y por esta razón tenía medidas de seguridad que la fiscalía de Delitos contra Activistas de Derechos Humano del Ministerio Publico (MP) le había dado. Después de haber participado en una manifestación del 30 de Mayo en la cual exigía que se esclareciera la muerte de tres campesinos, al retornar a su oficina de la organización campesina CCDA fue interceptado por dos hombres. Ramón sufrió un atentado con un cuchillo directo al cuello, le cortaron la yugular. Pasó un día en el hospital general pero no logró sobrevivir.

El Ministerio de Gobernación no garantizó el cumplimiento de las medidas de seguridad para el dirigente comunitario, la Policía Nacional Civil (PNC) en Alta Verapaz no las hizo efectivas, afirmó Lesbia Artola, representante de la organización. Ramón Chóc Sacrab es miembro de la comunidad Ixloq San Pedrito, no es el único asesinato en el territorio, en estos dias también asesinaron a Mateo Chamán, José Can del Comité Campesino del Altiplano –CCDA- y en los departamentos de Jalapa y Jutiapa a Luis Marroquín, Florencio Pérez Nájera y Alejandro Hernández García  miembros del Comité de Desarrollo Campesino -CODECA-.

El pueblo Q´eqchi’ rechazó la violencia de Estado y de grupos vinculados con empresarios locales en contra de hombres y mujeres que ejercen liderazgo en la zona norte del país, mayoritariamente familias Q’eqchi’s, Poqomchi’s y mestizas que viven, trabajan y cuidan de la madre tierra.

El extractivismo, los megaproyectos y monocultivos son algunas actividades económicas que invaden el territorio, colocando en peligro a líderes comunitarios, defensores de derechos humanos y periodistas comunitarios que denuncian e informan sobre las constantes violaciones de estas empresas.

El continuum del terror

Nuevamente se ataca a un dirigente comunitario, el cuarto en menos de un mes, el Estado no ha esclarecido los asesinatos anteriores y las comunidades ven con preocupación los niveles altos de inseguridad en el que se encuentran.

Las comunidades y organizaciones de derechos humanos que dan acompañamiento en el territorio denunciaron que este ataque responde a las acciones violentas promovidas por empresas, terratenientes y políticos, quienes buscan a través de la violencia garantizar sus intereses en la tierra.

El cuerpo de don Ramón Chóc fue trasladad del Hospital General de Cobán “Hellen Lossi de Laugerud” hacia las capillas “la Piedad”, luego fue trasladado a la comunidad Ixloq San Pedrito en Cobán, donde se llevo acabo el velorio, para posteriormente enterrarlo.

“A pesar de encontrarnos en condiciones de violencia y crisis humanitaria, continuamos defendiendo la tierra y la comunidad, estamos exigiendo nuestros derechos y el respeto a la vida”, comentan las familias en resistencia con espíritu y dignidad inquebrantables, que tiene el q’eqchi’ de corazón.

En la región de las Verapaces, la represión ha sido la respuesta de los últimos gobiernos, empresas, terratenientes y familias poderosas,  a los reclamos que muchas comunidades indígenas y mestizas han hecho en defensa del territorio, sus derechos laborales, colectivos.

 

COMPARTE