Texto y fotografías: Kaxh Tz’ikin..
El día Kaneb’ Chinax 29 de septiembre, en el hotel Casa Blanca de Chinab’jul, cabecera departamental de Huehuetenango se presentó el libro “Al atardecer de la vida”, Ixcán, masacres y sobrevivencias, Guatemala 1982, que consta de dos tomos. Éste es un aporte más del padre y antropólogo Ricardo Falla sobre las masacres en el Ixcán (Yichkan en idioma Maya Q’anjob’al), organizado por El Centro de Estudios y Documentación de la Frontera Occidental de Guatemala –CEDFOG.
Romero, miembro de la iglesia católica indicó que Ricardo Falla, al ingresar y permanecer durante meses en el Ixcán para acompañar a las comunidades, aprovechó la oportunidad del contacto directo de sobrevivientes de las masacres en el Ixcán, para hacer apuntes en cuadernos sobre los testimonios de sobrevivientes, que luego ordenó al regresar a México. En este libro están documentadas las masacres ocurridas en Cuarto Pueblo, Piedras Blancas y Xalbal, entre otras.
En la presentación del libro estuvieron participando Marcelino, sobreviviente de la masacre de Cuarto Pueblo; Carmen Jiménez, mujer de la resistencia en los campamentos en las montañas, quién dio a conocer cómo sobrevivieron durante más de 10 años en la montaña; y Juan Juárez, que relató sobre cómo vivieron el refugio en México.
Don Marcelino contó cómo sobrevivió a la masacre ejecutada por el ejército el 14 de marzo del año 1982 en Cuarto Pueblo, Ixcán. Él también observó cómo asesinaron, torturaron y quemaron a más de 300 personas en el centro de la cooperativa. Éstas fueron acciones que el ejército realizó en varias comunidades.
En las montañas varias mujeres dieron a luz niños y niñas que murieron, sin embargo encontraron la manera de sobrevivir, aprendieron a esconderse y defenderse del ejército trabajando en red y apoyándose mutuamente, llegando algunos a integrar el Ejército Guerrillero de los Pobres –EGP-.
Don Juan Juárez, presidente de la cooperativa de Pueblo Nuevo en aquel entonces, dio a conocer cómo vivieron las masacres, y la decisión de refugiarse en México luego de haber estado en los campamentos de resistencia.
Eliminar a niñas, niños, padres, madres, abuelos, abuelas y cultivos, es eliminar de raíz a estas poblaciones indígenas, por lo que esto es genocidio. Estas masacres respondieron a acciones estratégicas para el apoderamiento de las tierras y bienes estratégicos en la zona, principalmente de petróleo.
En la presentación estuvieron sobrevivientes, retornados, estudiantes, universitarios, jóvenes memorialistas, docentes, investigadores independientes, organizaciones de mujeres y de jóvenes. La labor de documentar estas acciones estatales ayudan a esclarecer la verdad y entender por qué el ejército masacró.
El Padre Falla manifestó que hay mucho que aprender de estas situaciones, que la lucha no violenta es la forma en que los pueblos deben de avanzar, haciendo investigación y acción, darse momentos de análisis y reflexión, para lograr los objetivos.
El público aplaudió la labor del Padre Ricardo Falla y a quienes participaron con sus testimonios en el libro. Los ejemplares que fueron puestos a la venta terminaron en poco tiempo. Quienes deseen obtenerlo, podrán hacerlo desde el CEDFOG.
