Por: Francisco Rodas
23 de febrero de 2017. Con eso de las elecciones en Ecuador, algo de geografía se aprende. No tenía idea que Quito pertenecía a la provincia de Pichincha. Yo pensaba que Quito era, por si sola, ¡¡una provincia!!
Aparte de eso, tuve la curiosidad de observar la tendencia de los candidatos a Presidente a nivel nacional y de la provincia de Pichincha, considerando que en esta última se localiza la sede del poder del Gobierno.
Tanto nacional como en la provincia de Pichincha, el candidato oficialista Lenín Moreno ganó, pero las diferencias fueron notables entre estos territorios: a nivel nacional el ganador obtuvo una ventaja sobre el segundo más votado, Guillermo Lasso, de 11.3 por ciento; mientras, en Pichincha la diferencia bajó al 5.1 por ciento.
Por otra parte, Pichincha representó a Lenín Moreno recaudar el 18 por ciento del total de sus votos, mientras a Guillermo Lasso está provincia le concedió un 21 por ciento de sus votos.
Una última cifra es que, la más antigua ciudad de Sudamérica y sede política del país, Quito, mantuvo la misma tendencia entre candidatos como la sucedida en la provincia de Pichincha, es decir, con diferencias del 5 por ciento a favor de Lenín Moreno. Con esto más, sólo en Quito el candidato oficialista captó el 15.5 por ciento de su total de votos, mientras la derecha representada por Guillermo Lasso consiguió el 18.8 por ciento de sus votos.
Tomando como referente lo sucedido en Ecuador y su análoga Guatemala, no cabe duda que las ciudades capitales son terribles para el progresismo. Han sido, nos guste o no, el lugar donde se atrinchera lo peor del conservadurismo.
