Créditos: Prensa Comunitaria.
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Por: Nelton Rivera

El asesinato del profesor Adolfo Ich Chamán, un líder comunitario maya q’eqchi en las comunidades de El Estor, Izabal, en el Caribe guatemalteco ocurrió en 2009, ocho años despúes quedo en la impunidad. Adolfo Ich es parte de la comunidad Lote 8 y junto a otras comunidades defienden el territorio de la extracción minera que realiza la empresa canadiense Hudbay Minerales, propietaria de la Compañía Guatemalteca de Níquel S.A. (CGN). El día 6 de abril 2017, la jueza Ana Leticia Peña Ayala de Puerto Barrios resolvió liberar al acusado de su asesinato, el teniente coronel Maynor Ronaldo Padilla Gonzáles.

En septiembre de 2012 fue capturado por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) el teniente coronel Mynor Padilla González, jefe de seguridad de la empresa CGN, quien durante tres años permaneció prófugo de la justicia, sindicado del asesinato.

El proceso penal duró ocho años. Durante todo ese tiempo, Angélica Choc, esposa del profesor Adolfo Ich, se convirtió en querellante en el proceso penal contra Padilla González. También otros sobrevivientes de los atentados de Padilla Gonzáles.

El pasado jueves 6 de abril de 2017, el Tribunal de Sentencia Penal Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente del departamento de Izabal, presidido por la jueza Ana Leticia Peña Ayala, liberó de los cargos al teniente coronel Mynor Padilla González acusado del asesinato del profesor Adolfo Ich Chamán el 27 de septiembre de 2009. Jueza Ana Leticia Peña liberó a militar acusado del asesinato del profesor Adolfo Ich Chamán

Para la familia del profesor Adolfo Ich, para los testigos y sobrevivientes es un duro mensaje de impunidad que el sistema de justicia guatemalteco les entregó. La sentencia será entregada el martes 18 de abril 2017, a partir de las 13 horas en Puerto Barrios, Izabal.

“Lamento muchísimo el mensaje que se nos da, que si queremos acceso a la justicia tenemos que atenernos a las consecuencias de quienes tienen el poder en el país”, dijo la abogada Marta García.

La justicia es solo para las empresas

Para Isabel Solís, una mujer maya q’eqchi en Izabal, la justicia está para proteger a las empresas.

“La sentencia emitida por la jueza Ana Leticia Peña Ayala, presidenta del Tribunal de Sentencia Penal Narcoactividad y Delito Contra el Ambiente del departamento de Izabal reafirmó lo que nosotros constatamos durante todo el proceso penal, la protección de la empresa Compañía Guatemalteca de Níquel S.A. (CGN).

Realmente en las audiencias del debate la jueza mostró su complacencia con la empresa CGN a través de sus abogados. Además, dejó en evidencia su actitud racista en contra de las víctimas y los querellantes en este proceso, especialmente en contra de Angélica Choc. La jueza con una permanente actitud discriminatoria se condujo en las audiencias, pero con el fallo que dió al deliberar al acusado Mynor Padilla, militar y jefe de seguridad de la empresa CGN, lo que hace es favorecer totalmente a la empresa de níquel.

El Ministerio Publico (MP) y querellantes adhesivos en este proceso, como la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) presentaron muchas pruebas de la participación de la empresa CGN en la planificación y preparación de los asesinatos de personas en las comunidades mayas q’eqchi.

También se demostró la participación de Mynor Padilla en el asesinato del profesor Adolfo Ich Chamán y de su responsabilidad con los heridos que sobrevivieron como German Chub Choc y Haroldo Cucul Cucul, y otros más.

Esta resolución es bastante complicada, porque nosotras que participamos en estas audiencias durante todo el proceso, nos dimos cuenta de que con las pruebas se hizo la reconstrucción de los hechos y el mismo Mynor Padilla confirmó que participó en la materialización de estos hechos, estando en el mismo lugar del asesinato.

En realidad hay muchas pruebas de la responsabilidad penal de la empresa CGN y directamente del jefe de seguridad de la misma, y cuando la jueza resuelve liberarlo, el mensaje que nos da, es que aquí prevalecen los intereses de las empresas, especialmente la empresa del níquel, nuestra sospecha es que la jueza haya sido cooptada para resolver de esta forma y nos gustaría que sea investigada.

Lo que a la jueza le importa es proteger a esta empresa, no le importa que se haya demostrado la culpabilidad que tiene el coronel Maynor Padilla en el asesinato del profesor Adolfo Ich Chamán y los otros delitos imputados, no le importa impartir justicia, ni que los pueblos indígenas accedamos a la misma”.

 

Un debate oral y público que duró dos años

Para una de las abogadas querellantes, la licenciada Marta García es terrible que una jueza no tenga criterio propio al momento de resolver en un juicio tan importante como este.

“La jueza tomo los argumentos presentados por la defensa de Maynor Padilla, no recurrió a presentarnos argumentos propios si no parece un dictado por la misma defensa del sindicado. La sentencia no ha sido notificada aún, la ley establece la lectura de la parte resolutiva de la sentencia y algunas apreciaciones que hace la jueza, al presentar su fallo. La sentencia será leída el 18 de abril en Puerto Barrios a las 13:00 horas, a partir de que sea notificada esta sentencia corre el plazo de 10 días hábiles para presentar un recurso de apelación especial en contra de la resolución de esta jueza.

Este recurso lo pueden utilizar cualquiera de las partes querellantes que no estén conformes con este fallo.

La jueza ordenó la inmediata libertad de Mynor Padilla, no esperó ni siquiera que la sentencia quedara en firme, en menos de 12 o 24 horas estará en la calle libre de todo cargo. Al contrario, ahora las víctimas se convierten en los victimarios.

La jueza no emitió ninguna medida coercitiva que previniera que los querellantes interpusieran algún recurso en contra de su sentencia.

Considero que las partes deberían de apelar, la CICIG, el MP, la querellante para que se repita el debate, con todo lo complicado que es que los testigos vuelvan a dar su testimonio en las condiciones en las que les tocó hacerlo.

Pero el mensaje que la jueza le está enviando a la comunidad indígena, especialmente la comunidad maya q’eqchi, es que el sistema de justicia no funciona, especialmente para ellos como pueblos indígenas.

Cuando hay víctimas, como en este caso, la vida del profesor Adolfo Ich Chamán, que no decayó, siguió adelante con la lucha por la justicia, y hoy se ve en una posición totalmente diferente: la de exigir justicia. Ahora la juzgadora la coloca en el plano de ella convertirse en acusada. La jueza ordenó lo conducente para que el MP inicie la investigación a ella por los delitos de obstrucción de la justicia y el delito de falso testimonio.

Los argumentos usados por la jueza, que son los mismos que usó la defensa del militar, afirmaron que el cadáver del profesor fue manipulado, porque no se sabe realmente en dónde falleció. Esto porque la jueza no tomó en cuenta la cosmovisión maya q’eqchi, ni las circunstancias de cómo ocurrieron los hechos. La comunidad indígena no cree en la justicia oficial, en este caso fue excepcional, al Ministerio Publico les costó muchísimo que los testigos llegaran a declarar y ahora nuevamente la justicia les vuelve a reafirmar que nada ha cambiado para los pueblos indígenas con la justicia occidental.

Lamento muchísimo el mensaje que se nos da, que si queremos acceso a la justicia tenemos que atenernos a las consecuencias de quienes tienen el poder en el país.

Como abogada no puedo estar tranquila ni satisfecha con el fallo, porque la jueza no tuvo criterio propio para resolver, cuando todos podamos conocer la sentencia, se podrán dar cuenta de que la juzgadora lo que hizo fue replicar y tomar las bases de la defensa del acusado.

Incluso se da a entender que el señor Myor Padilla no tiene responsabilidad de estos hechos, y cuando la misma jueza ordenó se certificara lo conducente al MP en contra de la ex gobernadora de ese entonces Maribel Ramos por el delito de incumplimiento de deberes porque ella y la policía no hicieron nada en ese momento”.

 

Un ambiente tenso para la prensa

El juicio por el asesinato del profesor Adolfo Ich Chamán no tuvo la cobertura por los medios de comunicación corporativos, para nadie es un secreto, en Puerto Barrios es tierra de nadie y los periodistas están bajo riesgo constante.

Para el año 2014: “Puerto Barrios, calor, húmedo, 36 grados. Una ciudad-puerto en el nororiente de Guatemala que recibe a los visitantes con el rojo, verde, azul, rosa, amarillo y gris. Son los colores de las tumbas del cementerio que se ubica en la entrada de este municipio que desde hace tres años, según cifras de la Policía Nacional Civil (PNC), se ha colocado en el puesto número uno de violencia homicida en Guatemala. La muerte te recibe en Puerto Barrios.”[1]

¿Por qué el juicio contra el jefe de la seguridad de una de las empresas transnacional más importantes del país no tuvo cobertura?

Para la jueza la presencia de los periodistas alternativos es incomoda, el 15 de abril del 2015, durante una de las primeras audiencias del debate oral y público, la jueza ordenó a los agentes de seguridad del Organismo Judicial que no permitieran el ingreso al complejo de justicia de la prensa.

Luego de la protesta airada que tuvimos dos fotoperiodistas alternativos, y a la denuncia que vía telefónica Prensa Comunitaria coloco en la oficina de prensa del OJ en la ciudad, la jueza aceptó nuestro ingreso al edificio.

En la sala de audiencias en el segundo nivel, durante la audiencia de carácter público, la jueza no permitió que documentáramos ni en video, audio o fotografía el desarrollo de la misma, su orden ella fue que debíamos de guardar el equipo sin ninguna razón.

Solamente se refirió a la llamada que recibió desde la ciudad capital exhortándola a garantizar el libre ejercicio de la prensa.

Al finalizar la audiencia, pudimos constatar la existencia de un dispositivo de seguridad al rededor del edificio del OJ, varios hombres armados tomaron  fotografías de todas las personas que salieron de la audiencia, especialmente de las mujeres Q’eqchi.

Cuando el microbús que transportaba a varios testigos del caso se retiró de la zona, luego los hombres armados se movieron del lugar.

Fotografía Jeff Abbott
Fotografía Jeff Abbott

 

  • Fotografías por Jeff Abbott, Lolita Chávez y Prensa Comunitaria.

[1] InSight Crime. El lugar más violento vs. el más pacífico de Guatemala. Oswaldo J. Hernández. 2014. http://es.insightcrime.org/analisis/lugar-mas-violento-vs-mas-pacifico-guatemala

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