Por: Simón Antonio
El Archivo Histórico de la Policía Nacional (AHPN) se encuentra en una crisis que pone en riesgo sus instalaciones y la información que posee, dado que a finales del año 2017, el Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) dio instrucciones de suspender las actividades del proyecto de manera indefinida, argumentando la necesidad de resolver algunos problemas de carácter administrativo.
La suspensión de las actividades también implica la interrupción indefinida de los contratos de todo el personal que se desempeña en las labores técnicas y de seguridad que requiere un archivo – el mayor en su tipo en la región latinoamericana -, que cuenta con un extensión de 6 mil metros lineales de documentos, y equipos costosos con los que están siendo procesados y digitalizados más de 21 millones de folios desde hace doce años aproximadamente.
Según informa la Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños (Reslac) de la que forma parte el AHPN, el proyecto del Archivo es financiado con fondos de la cooperación internacional, pero sus contrataciones dependen del Ministerio de Cultura y Deportes. En un acuerdo reciente entre el Archivo y el Ministerio, se logró la reanudación de los contratos hasta el mes de junio.
La RESLAC considera que el Archivo de la Policía Nacional se encuentra en una ambiente de fragilidad institucional y la suspensión de las actividades violentaría varias leyes nacionales y argumentan que “La situación que se provocaría al suspender el proyecto y por lo tanto, abandonar el archivo mismo, implica incluso la violación a los preceptos de la Ley de Protección Patrimonial; limitar el acceso libre y gratuito a la información, sería faltar a los compromisos asumidos por el Ministerio mismo y por el equipo de trabajo del AHPN, respecto a la Ley de Acceso a la Información vigente en Guatemala”.
A pesar de la situación, el personal del Archivo por decisión unánime decidió continuar sus labores desde el principio de año, aún sin contrataciones, por lo que han trabajado desde el mes de enero de manera voluntaria.
Este centro se encuentra funcionando desde el año 2005 cuando se realizó el importante hallazgo de un voluminoso archivo que corresponde a la documentación histórico-administrativa de la Policía Nacional de Guatemala. El hallazgo fue fortuito, pues al verificar una diligencia relacionada con el almacenaje de explosivos, que representaban un riesgo latente para la población, los investigadores de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) descubrieron la existencia de numerosa documentación, según información que se encuentra en su página web.
